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Kraker, en foto de archivo, fue de las pocas que ayer sobresalió en el Cadí junto a Ramirez.

Kraker, en foto de archivo, fue de las pocas que ayer sobresalió en el Cadí junto a Ramirez.CYNTHIA SANS

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El Cadí La Seu encadenó ayer en tierras leonesas la segunda derrota, la quinta de la temporada, al perder ante el Bembibre por 85-79, en un partido en el que siempre fue a remolque. Las urgelenses, que reaccionaron tarde, están ahora más cerca de las posiciones de descenso que de las que dan acceso a jugar la Copa de la Reina.

El equipo, en el que reapareció Bahí tras casi dos meses lesionada, ya no entró bien en el partido. El triple de Kraker que situaba el 2-3, la única ventaja que tuvo en todo el encuentro, dio paso a un parcial de 8-0 que dejó constancia de la intensidad de unas y otras. Las urgelenses, no obstante, reaccionaron pronto gracias a los puntos de Rosset, que permitieron devolver el golpe con un parcial de 0-7 que apretó de nuevo el marcador (15-14). La aparición de Ramirez, ya recuperada de sus problemas físicos que le han impedido rendir en los últimos partidos, fue clave para que el Cadí se mantuviera en el partido. Ocho puntos seguidos de la estadounidense dejaron el 30-25 al final del primer cuarto, en el que el tridente local formado por Brown, Pasic y Urbanick ya empezaba a hacer daño. Y más que lo hizo en el segundo, que acabó con la máxima renta para las locales, ocho puntos (49-41).

“No hay excusas, han sido mejores que nosotros. Hemos reaccionado, pero era muy tarde”, señaló

A la vuelta de los vestuarios el duelo aún se pondría más cuesta arriba para las leridanas. Un parcial de salida de 7-0 dejó tocado al Cadí, que solo vivía de los puntos de Ramirez. Sus nueve consecutivos en este periodo evitaron que el Bembibre dejara el partido visto para sentencia, aunque la ventaja fuera ya de 23 tantos al inicio del último asalto (77-54). Fue entonces cuando el equipo de Canut reaccionó y con un parcial estratosférico de 5-25 se situó a solo tres puntos faltando 22 segundos (82-79). Al final, los tiros libres de Pasic y Stanavec, una exurgelense, acabaron decidiendo.

Canut, tras el partido, reconoció que “no hay excusas, han sido mejores que nosotros. Nos han hecho mucho daño en el uno contra uno y el hecho de haber lanzado 27 tiros libres y nosotros solo 7 también ha sido determinante. Hemos reaccionado, pero era muy tarde”.

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