A octavos goleando

El ICG Software Lleida certificó ayer su clasificación para los octavos de final de la Copa CERS después de ganar también el partido de vuelta al Resg Walsum por un contundente 7-2, que deja la eliminatoria favorable a los listados por un global de 12-5. El equipo leridano, que fue claramente de menos a más, nunca temió por la clasificación, aunque tuvo que esperar a la segunda mitad, después de una primera bastante mala, para sentenciar a un cuadro alemán muy débil y sin pegada, y alcanzar los octavos, donde se las verá con el Igualada, que goleó en su duelo ante el Sarzana italiano por 6-2, 9-3 en el global.

No tardó el ICG en poner cerco a la portería alemana. A los tres minutos, una jugada de Cañellas se estampó en el cuerpo de Tobías Wahlen, que dos minutos después se las veía cara a cara con Darío Ginénez, en una falta directa por la tarjeta azul mostrada por los árbitros a Miquel Vila. El argentino, que reaparecía tras su lesión, la ejecutó con la sangre fría habitual pero la bola salió ligeramente desviada. Fue el preludio del primer gol listado, que llegaría tras una jugada del propio Darío, que cedió hacia atrás para que César Candanedo, al primer toque, marcase a placer (1-0).

Los listados, que traían un 3-5 de la ida, vencieron para rubricar un global de 12-5 en la eliminatoria

Un gol de Candanedo a los 5 minutos y otros dos de Tomàs y Creus al inicio de la segunda mitad decidieron

Con el tanto, los de Albert Folguera, sabedores quizás de su clara superioridad, bajaron su intensidad y el Walsum lo aprovechó para llegar con mucha más facilidad a las inmediaciones de la portería local, ayer defendida por el debutante Albert Mola, que tuvo que intervenir en cuatro disparos lejanos de los alemanes, confirmando que el futuro de la meta listada está garantizado. La entrada de Andreu Tomàs por Darío reactivó el juego listado. El pallarés, precisamente, estuvo cerca de anotar el segundo gol en una gran jugada, en la que sorteó a dos rivales para rematar desviado. Lo intentó también Roberto di Benedetto en dos ocasiones, la segunda rechazada por el portero con la visera del casco, que tuvo que ser revisada tras el violento impacto.

El 2-0 se estaba gestando y pudo haber llegado en una falta directa, pero Andreu Tomàs, esta vez el encargado de lanzarla, tampoco estuvo preciso y el meta germano le adivinó la acción. Tampoco anduvo fino Haas al filo del descanso en otra jugada a bola parada que Mola se encargó de desbaratar, para llegarse al descanso con la mínima ventaja para los listados, que si bien dominaban a placer, volvían a estar precipitados y ansiosos por marcar.

A la vuelta de los vestuarios, el ICG salió decidido a sentenciar y en tres minutos dejó liquidada la eliminatoria con dos goles más. Y eso que comenzó la segunda mitad en inferioridad por la exclusión de Roberto di Benedetto de la primera mitad. Nada más recuperar el jugador excluido, una combinación entre Jordi ‘Xixi’ Creus y Andreu Tomàs la culminaba el pallarés para situar el 2-0. Dos minutos después, sin tiempo para reaccionar, era el reusense el que lograba batir a Haas y hacer subir el tercero en el marcador, es decir, el 8-3 en la eliminatoria.

El tanto dejó tocado al Walsum, que solo creaba cierto peligro con disparos lejanos al cuerpo de Albert Mola, muy seguro en todo momento. Con el partido roto y la clasificación ya en el bolsillo, el duelo se convirtió en un correcalles, en el que el ICG se encontró más cómodo y no tardó en incrementar la cuenta. ‘Xixi’ Creus y Candanedo volvieron a ver puerta en sendos contraataques, que situaron un inalcanzable 4-0. Poco después de que Darío errara un penalti, Mataix y Bruno di Benedetto, que gozaron de muchos más minutos, se sumaban a la fiesta con dos tantos en apenas un minuto. La fiesta la completó su hermano Roberto al transformar, por fin, una falta directa, si bien el cuadro alemán, espoleado por su afición, cerró el partido con dos goles que salvaron su honor.

Folguera: “La eliminatoria no ha peligrado en ningún momento” El técnico del ICG Lleida, Albert Folguera, se mostró contento a medias por el partido de ayer, si bien reconoció que “la eliminatoria no ha peligrado en ningún momento”, y explicó: “Ha sido el típico partido que vienes con dos goles de renta y tienes ganas de solucionarlo rápido porque crees que es un trámite, pero tienes que resolverlo y hacerlo bien. Hemos estado muy precipitados, como de costumbre en casa, y esto ha hecho que hayamos jugado una primera parte mala. Nos ha costado entrar en el partido. En cambio en la segunda ha sido muy diferente, hemos empezado muy puestos, y hemos marcado enseguida, haciendo que el portero fuera su mejor hombre”.