Un leridano en el fútbol USA

Cada vez son más los deportistas leridanos que optan por probar fortuna en el extranjero, donde tienen más oportunidades para compaginar estudios y deporte de élite. Uno de ellos es José Domingo, quien, pese a los antecedentes de su familia en el baloncesto –su padre, Josep Maria y su tío, Miquel Domingo, son unos referentes de este deporte en Lleida–, decidió pasarse al fútbol y tras pasar por varios equipos del fútbol base leridano y probar por el Barcelona y el Espanyol, lleva dos temporadas en la Liga universitaria de Estados Unidos.

“De pequeño jugué a baloncesto en la base del Caprabo Lleida. Me venía de familia”, explica. “Yo jugaba de portero en el colegio y me gustaba el fútbol, así que a los 8 años me decidí y fuimos al At. Segre, porque en ese momento el campo del Lleida era de tierra. Allí jugué siete años hasta que fui al Bordeta de División de Honor”, añade. Con este equipo firmó una gran temporada que le llevó a la Selección Catalana Sub’16, equipo con el que se proclamó campeón de España, lo que le llevó a probar por el Barcelona y el Espanyol, aunque acabó fichando por el Lleida, donde estuvo tres temporadas.

El leridano estudia Administración y Dirección de Empresas y espera superar el draft en 2020

“La oportunidad de ir a Estados Unidos me salió el último año de juvenil, cuando jugaba en División de Honor. Tuve una oferta y pude ir a la Madonna University, cerca de Detroit, que me ofrecían una buena beca”, explica el leridano, que está estudiando Administración y Dirección de Empresas. “Al final del pasado curso, después de la primera temporada, tuve varias ofertas y me decidí por la de West Virginia University Tech, en Beckley, que era la número 5 del ránking del fútbol en Estados Unidos.

Con este equipo, con el que ya ha sido elegido Mejor Jugador de su universidad, acaba de ganar los play off, con lo que han accedido a la fase estatal. “Tengo intención de quedarme en los Estados Unidos hasta que acabe la carrera, en 2020”, añade. “Quiero aprender todo lo que pueda. Y deportivamente ya se verá. Intento aprovechar el tiempo y al final de la carrera hay unos draft para acceder al fútbol profesional, a la MLS. También me gustaría jugar en España en un buen equipo”.

Por lo que respecta a la vida en Estados Unidos, asegura que “lo que más me ha llamado la atención es lo mal que se come. Realmente la alimentación aquí es muy poco saludable. La vida está bien y es posible compaginar los estudios con la práctica del deporte de élite, ya que si tienes exámenes que coinciden con algún partido te los cambian de fecha sin ningún problema”.

En cuanto a las universidades, explica que “algunas se centran más en el fútbol americano o en el baloncesto. Yo estoy en una que juega en la NAIA, que es la que tiene mayor nivel”.