Remontada épica del Lleida en Anoeta

El Lleida Esportiu escribió ayer la más brillante página de su corta historia al ser capaz de eliminar, a doble partido, a un rival de Primera, y además inmerso en la Europa League, como la Real Sociedad, después de haber perdido (0-1) en la ida y haber ido al descanso en Anoeta con dos goles en contra. Fue una demostración de que con la fe y la esperanza no hay enemigo pequeño en ninguna competición y de que el espíritu Palau sigue vivo en el campo donostiarra, no en vano el tristemente desaparecido “O Rei” fue uno de los artífices, pese a su posterior fractura de tibia y peroné, de la primera derrota en el recién estrenado estadio guipuzcoano de los txuri urdin. Esta vez el Lleida volvió a protagonizar, en un campo que ya comienza a ser talismán, una remontada histórica que le permite acceder, ya entre los más grandes, a la siguiente ronda de la Copa del Rey. Un triunfo que viene a hacer justicia a aquella otra ronda copera ante el Betis, en la que los de Seligrat, después de perder 1-2 en el Camp d’Esports, se quedaron a un gol de la gloria en el Benito Villamarín ante un entregado Betis (2-2).

Esta vez el guión fue similar. El Lleida salió un tanto timorato ante una Real con muchos cambios en relación a su alineación habitual, y acabó cediendo la iniciativa a los locales que dispusieron de las mejores ocasiones de gol en los primeros 45 minutos, salvo en un centro de Mousa al que Nierga no llegó por poco (7’). En cambio, la Real tuvo el gol en las botas de Navas (3’), Bautista (21) y Canales (43’), además de los dos goles con los que parecía haber encarrilado ya la eliminatoria. El primero en una buena llegada desde atrás de Llorente (23’) y el segundo en una excelente contra culminada con un buen remate de Juanmi (33’). Hasta entonces, el Lleida apenas había dado sensación de vida.

Pero el segundo tiempo fue otra cosa. El Lleida, que debió pensar aquello de que “de perdidos al río”, se fue hacia adelante y tuvo la inmensa fortuna de encontrarse, primero con dos goles casi consecutivos, y con una Real Sociedad indolente y fuera del todo del partido –Juanmi con el 2-3 le preguntó a Canales, con las cámaras de Bein Esport como testigo, si pasaba o no el Lleida–. Primero marcó Aitor Núñez en una buena llegada por la banda (56’) y poco despues llego el 2-2 al transformar Manu Molina (59’) un penalty que se inventó, y de que manera, un inconmensurable Mousa. Los donostiarras aún seguían clasificados pero daba la sensación de que habían perdido ya la fe en sus opciones aunque tuvieron el gol en remates de Canales (71’), De la Bella (73’) y Oyarzabal (83’), pero que no encontraron su objetivo. En cambio, el Lleida, crecido, y con el apoyo de los cerca de doscientos seguidores azules en la grada del estadio de Anoeta, fue creyendo en que el milagro era posible.

Y encontró su premio con un gran remate de cabeza de Bojan Radulovic (87’) que, con 17 años, al fin se estrenaba como goleador en el primer equipo y con un gol de bandera. Un tanto que pasará a la historia de la entidad, al conseguir que el equipo pueda seguir soñando con una nueva proeza.