Urge reaccionar

El Lleida Esportiu despidió al 2017 de la peor manera posible, con un nuevo empate en el Camp d’Esports, 0-0 ante el Sabadell, con lo que eleva ya a nueve las jornadas consecutivas que el equipo lleva sin ganar y en las que solo ha sumado 5 de los 27 puntos posibles. Esta nueva decepción deja al equipo en la zona media baja de la clasificación, mucho más cerca del descenso que de la zona de play off y el propio técnico, Gerard Albadalejo, queda en una situación muy delicada. El club no oculta su preocupación y, además de modificaciones en la plantilla, no descarta cambios en el staff técnico, donde el propio Albadalejo podría ser relevado como primer entrenador. El club ya ha iniciado contactos con otros técnicos, según ha podido saber este Diario.

Ayer, con los primeros pitos en el presente ejercicio, y en un de nuevo desértico Camp d’Esports, el Lleida se estrelló ante el Sabadell, el rey del empate del fútbol español, con trece igualadas en 19 partidos. El encuentro fue feo para el espectador, aunque tácticamente interesante para los técnicos, con un Lleida que quiso pero no pudo y un Sabadell que tal vez pudo un poquito más, en un partido con pocas ocasiones. Salvo dos remates sin demasiado peligro, uno de Migue (39’) y otro de Guillemenot (93’), los de Seligrat –que a la cuarta consiguió no salir derrotado del Camp d’Esports como visitante tras perder, desde el banquillo, con Olimpic de Xàtiva, Huracán y Alcoyano– sólo tuvieron el gol a su alcance en un doble remate en el minuto 25. Primero fue Migue, con un cabezazo en una falta lateral, que Eneko sacó bajo palos y luego, el rechace, a puerta vacía, lo mandó a las nubes Josu. Pero es que el Lleida, ni eso. En el primer tiempo ningun remate entre los tres palos y dos desviados de Joel Huertas (12’) y Marc Nierga (44). El resto de los minutos , un correr de arriba a abajo, con mucho tiempo circulando el balón en el centro del campo, para enfado y desespero de los espectadores, que comenzaron a mostrar su desagrado cada vez que el balón llegaba a Diego Rivas cedido por sus centrocampistas, al no encontrar hueco para hacerlo circular adecuadamente, debido a la presión arlequinada. En el segundo tiempo las cosas fueron más o menos igual. El Sabadell no remató entre los tres palos hasta el añadido y el Lleida, que sacó toda su artillería, tuvo su única ocasión en el 79, en un balón desviado de cabeza por Bojan, que salvó Aleix Coch.

La preocupación se ha instalado en el club a causa de la espiral de malos resultados y la directiva ya estudia hacer cambios –en la plantilla son seguros–, que afectarán al propio staff técnico. Sobre la mesa está desde el relevo de Albadalejo como primer entrenador hasta la remodelación de todo el staff, con entradas y salidas en su organigrama.