LO MEJORLO PEOR
Susto con final feliz
El Lleida encadena ante el colista, que se adelantó en el minuto 17, su segunda victoria consecutiva en el 2018 || Manu Molina y Bojan Radulovic firmaron la remontada leridana en el último cuarto de hora
Hay que darle la razón a Gerard Albadalejo en su breve comparecencia ante los medios de comunicación, en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza. Breve, no por él, pero sí obligada por hacerse a la intemperie, por el frío y la lluvia. wEl técnico estaba enfadado, no por la victoria (1-2), por supuesto, que relanza al equipo hacia las posiciones de play off, sino por la manera en que se produjo. El Lleida, que cabalgó con valentía hacia la gloria o la muerte, como Custer en Little Big Horn, fue perdiendo hasta el minuto 77, de manera incomprensible si se miran las estadísticas, para acabar imponiéndose por 1-2 tras remontar en el último cuarto de hora. Nunca el Lleida había rematado tanto entre los tres palos –diez veces– con tan escaso rendimiento, con lo que se demuestra que lo suyo es ya un mal endémico que convendría solucionar cuanto antes, si se quiere considerar un aspirante serio a una de las plazas de acceso al play off.
El Deportivo Aragón, en cambio, un equipo de exquisito trato al balón, pero tan endeble atrás como inocente delante, y que huele a Tercera División, mientras el Lleida ya había disfrutado de dos claras –Pumar a los 30 segundos con la colaboración del poste, y Juanto– , los locales se adelantaron en el minuto 17, en una contra que encontró un pasillo en el carril derecho, donde se echó de menos al lesionado Aitor Nuñez, y por donde Abel mandó un balón de oro a Pep, que no perdonó.
Con el 1-0 el Lleida siguió apretando. Y tuvo, antes del descanso, claras ocasiones de gol por medio de Bojan (20’ y 42’), Eneko (28’) y Jorge Félix (38’), pero entre la falta de puntería y gracias a la aportación del portero local, Sergio, el marcador no se movió. Al descanso, derrota por la mínima con un ambiente más frío que la climatología imperante en la Ciudad Deportiva, por la intensa lluvia que caía sobre el casi desértico campo, debido a la ausencia de espectadores.
Tras el descanso y tras un remate de Juanto, que envió fuera un balón que olía a gol (50’), llegaron los mejores momentos locales, que apretaron y encerraron al Lleida en su parcela. Aunque Rivas, pese a la cantidad de balones colgados, no pasó por excesivos agobios.
A partir de ahí, el Lleida volvió a tomar el mando del partido –los cambios le volvieron a dar oxígeno a Albadalejo– y tras dos serios avisos, con un remate que sacó bajo palos Clemente, a un disparo en semifallo de Juanto, y una gran parada de Sergio a cabezazo de Andriu, llegó la remontada. El Lleida marcó primero con un tirazo desde fuera del área de Manu Molina (77’) y luego con un gol de astucia de Bojan (80’), al capturar en el área pequeña un rechace del meta aragonés. Y en el añadido aún pudo llegar el 1-3 en un buen remate de Jorge Félix. Final feliz tras el susto.