DEPORTES_LUNES
Faltó acierto y sobró tiempo
Al ICG Software se le escapó la victoria ante el Lloret a falta de dos segundos para el final || Encajó el empate en una acción desafortunada después de remontar un 0-2 y fallar numerosas ocasiones claras
josé carlos monge?
El Llista controló el partido, erró dos penaltis y una falta directa y estrelló dos bolas en el poste del Lloret
lleida
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Al ICG Software le faltó acierto y le sobraron dos segundos ante el Lloret, lo que les condenó a un insatisfactorio empate (3-3). Ambos factores le privaron ayer de lograr una victoria necesaria y que, por ocasiones, merecieron, pero la suerte les fue esquiva después de haber remontado un 0-2 con el que los gerundenses se adelantaron en tan solo cinco minutos.
El Llista afrontaba el partido después de haber encadenado cuatro derrotas en la OK Liga, pero una semana después de la brillante clasificación para los cuartos de final de la Copa de la CERS. Estaba por ver qué cara ofrecía el equipo, la más brillante, como ante el Igualada en la competición europea, o la de la irregularidad en la Liga, en la que han encajado 56 goles, lo que les convierto en el cuarto más goleado de la competición.
El partido ya empezó tarde y mal. Una discusión sobre la bola que debía utilizarse, ya que sorprendentemente había de diferentes tamaños, hizo que el partido empezara con siete minutos de retraso sobre la hora prevista. El Llista empezó frío y el Lloret se aprovechó de ello. A los cuatro minutos, un lanzamiento de Rubén Fernández lo desvió Darío Giménez para hacer subir el 0-1. Y un minuto más tarde llegó el 0-2 de Marc Grau. Solo habían pasado cinco minutos y el Llista se encontraba en el peor escenario posible, dado que el Lloret sabe manejar muy bien esas situaciones.
El equipo de Albert Folguera se sobrepuso al contratiempo y empezó a poner cerco a la portería del Lloret. Andreu Tomàs, en el minuto 9, marcó el 1-2 y el Llista empezó a generar ocasiones. Un poste de Candanedo (10) y dos ocasiones consecutivas de Darío Giménez (11’ y 12’) precedieron a un poste del Lloret, recordando que los gerundenses, que luchan por evitar el descenso, aún tenían mucho que decir.
El Llista se encontró con un nuevo contratiempo cuando Jordi Creus vio una tarjeta azul que dejó al equipo en inferioridad durante los dos minutos preceptivos, aunque los leridanos supieron jugar muy bien en este periodo, evitando incluso que el Lloret, muy conservador, generara alguna ocasión.
A falta de 1:40 para el final de la primera parte hubo un penalti a favor del Llista y Roberto Di Benedetto, aunque lo falló, aprovechó el rechace para marcar el 2-2, resultado con el que se llegó al descanso. Parecía que lo más difícil ya se había conseguido.
Había que rematar el trabajo del equipo y en la segunda parte el Llista salió lanzado para conseguirlo. A los cinco minutos de la reanudación los árbitros señalaron penalti a favor del ICG, cometido sobre Darío Giménez, pero Andreu Tomàs tampoco acertó a transformarlo.
Un minuto más tarde llegó el 3-2, gracias a un gran disparo lejano de Darío Giménez. La remontada se había materializado, pero quedaba cerrar el partido y sellar el triunfo. Y no fue por falta de oportunidades. En los últimos cinco minutos de partido el Llista tuvo varias ocasiones para lograrlo. Andreu Tomàs estrelló una bola en el poste y el propio delantero de Tremp reclamó gol en una acción en la que los árbitros entendieron que la bola no había cruzado la línea.
El Llista controlaba el partido, pero faltaba el gol. Y a 55 segundos para el final del partido el Lloret cometió su décima falta. Era la ocasión de oro. Pero Darío Giménez falló el lanzamiento. El Lloret decidió entonces jugarse la baza de sacrificar al portero y jugar con cinco jugadores de pista. Encerró al Llista en su área, agotó el tiempo y, a falta de dos segundos, Marc Grau aprovechó el único hueco posible para marcar el 3-3. Una verdadera lástima.
Albert Folguera no estaba nada satisfecho del partido que había hecho su equipo y reconocía que, ante un rival como el Lloret había que obtener la victoria. “Estas cosas son las que determinan que un equipo esté arriba o no”, lamentaba. “Era un partido que queríamos ganar y que teníamos que ganar para estar arriba, sabiendo de la dificultad que entrañaba, porque lo hemos estado avisando durante toda la semana”.
El técnico del Llista admite que al equipo le cuesta cambiar de chip entre la Liga y la Copa de la CERS. “Lo digo hace tiempo, porque sabe más el diablo por viejo que por diablo. Compaginar dos competiciones es complicado, y ahora vendrá la Copa cuando toque. Y, o eres muy superior, o cuesta hacerlo bien”, explicaba. “No podemos entrenan como querríamos... Y estas cosas son el peligro que hay de que te cueste cambiar el chip”.
Del partido explicó que “hemos empezado mal, se nos han puesto con un 0-2 y ellos son un equipo que lo hacen muy bien en esas circunstancias. No cambian su planteamiento, saben lo que hay que hacer y son jugadores muy disciplinados. Es verdad que han tenido un poco de suerte en la acción del 3-3, les hemos dejado mucho espacio”. Lamentó también que “en los últimos 10 o 12 minutos hemos tenido suficientes ocasiones como para haber dejado cerrado el partido sin tener que llegar a un final como el que ha habido”.