Derrotar a la enfermedad

“Los médicos me dijeron que no podría llevar una vida normal y la llevo. En 2013 me diagnosticaron esclerosis múltiple, una enfermedad que lleva asociado el cansancio crónico y, gracias al deporte, mi vida cotidiana me resulta más fácil. Hay fórmulas para poder pelear contra esta enfermedad a través del deporte”. Enric Herrera (21-6-1972, Lleida), se negó a quedarse en casa tras conocer que sufría escleroris múltiple y ha encontrado en el atletismo una forma de luchar contra su enfermedad. Empezó corriendo carreras de 5 kilómetros, el año pasado fue finisher en la maratón de Barcelona y el próximo mes de abril correrá la de Boston. Enric ha hecho del deporte una forma de superar su enfermedad y asegura que, gracias a ello, su vida cotidiana es ahora mucho más sencilla.

“Si no hiciera deporte estaría fatal. Antes pesaba 20 kilos más y mentalmente estaría hundido y no podría ejercer mi profesión”. Enric Herrera, director ejecutivo de Aspros, ha sufrido dos duros golpes en su vida. En 2006 le detectaron un cáncer testicular y, en 2013, esclerosis múltiple. “Hasta entonces había hecho deporte social, tenis, pádel, squash, fútbol... No empecé con el atletismo hasta 2014, cuando los médicos me recomendaron que hiciera ejercicio cardiovascular”.

Tras completar el año pasado la maratón de Barcelona, el próximo mes de abril correrá en Boston

Explica que “empecé a caminar, pero el primer día, tras recorrer 500 metros, además de estar muy cansado, me pareció muy aburrido”, relata. “Pensé en correr, pero antes lo consulté con los médicos, que me dijeron que era muy difícil que pudiera hacerlo. Pero soy muy tozudo y me empeñé en probar”, añade.

“Entendí que tenía que prepararme y me puse en manos de Jackson Quiñónez, con la idea de preparar una carrera de 5 kilómetros, precisamente la de ‘Nosaltres També Podem’, que organiza Aspros. Empecé a prepararme y noté que me encontraba mejor. Hacer deporte me ayuda a paliar los efectos del cansancio crónico”.

Finalizada con éxito la carrera de 5 kilómetros, continuó entrenando para disputar carreras de 10 km, medias maratones y, en marzo de 2017, finalizó la maratón de Barcelona. “Me planteé el objetivo de correr una maratón porque veía que cuanto más entrenaba, mejor me encontraba. Salgo a correr 5 días a la semana. Los médicos me dicen que si puedo, adelante”.

Añade que “me molestaba que me tuvieran lástima, dar pena... Quería revertir esa situación y lo he hecho, ahora me ven como a un deportista, alguien capaz de correr maratones y que lleva una vida normal, no me ven como a un enfermo. Me siento extraordinariamente bien, aunque me hace daño todo. Acabar la maratón fue la sensación más bonita que he sentido. Tengo una enfermedad crónica, pero mi vida cotidiana me resulta ahora más sencilla, aunque hay días que me tengo que quedar en casa, pero intento que sean los menos posibles”.