Doloroso traspié en casa

El ICG Software Lleida volvió a dar la de arena, y cuando menos se esperaba. La visita del Vic, un ‘grande’ venido a menos que llegaba con once puntos de desventaja sobre los leridanos, parecía propicia para ensanchar las diferencias y sumar una victoria con la que aumentar la moral antes del afrontar la CERS y la Copa del Rey. Pero hubo exceso de confianza. Sabiéndose superiores, clasificación en mano, los leridanos subestimaron al rival y recibieron una cura de humildad en forma de derrota que, además, propiciada por dos goles de un exlistado, Borja López, que no los quiso celebrar.

El inicio del partido ya quedó claro que ayer no iba a ser el día de los listados, que salieron con una marcha menos. Aun así, Andreu Tomàs y Roberto Di Benedetto firmaron las primeras llegadas con cierto peligro que el meta del Vic resolvió con eficacia, entre ellas un penalti, con rechace incluido, que el de Tremp no acertó a tranformar. Acto seguido, Darío Giménez enviaba la primera bola al palo. El argentino se volvería a encontrar con la madera superado el ecuador del primer tiempo, al igual que Jordi Creus. Tres palos y ningún gol. Al menos en defensa no se sufría demasiado, y cuando rondaba el peligro, Lluís Tomàs aparecía, como en una doble parada en el minuto 19. Antes del descanso, Candanedo se aprovechó del resbalón del último defensor del Vic y se plantó solo ante Burgaya, pero su tiro lo paró el meta.

A la vuelta de los vestuarios la situación no fue a mejor, al contrario. A los ocho minutos, un rechace de Lluís lo recogía Tirso Gómez, que cedía a Borja López para que marcara el 0-1. Jarro de agua fría para un ICG que atacó a la desesperada. Envió otras tres bolas al palo, dos de Cañellas y otra de Darío, antes de que Borja sentenciara con el 0-2 de falta directa. El gol del argentino de penalti dio algo de esperanza en el último minuto, pero no hubo tiempo para más.

“Desde el primer minuto ya se ha visto que no estábamos” Albert Folguera, técnico del ICG Lleida, calificaba de justa la derrota, e incluso apuntó que “el resultado es poco abultado para mí”, al tiempo que reconoció que el equipo no estuvo a la altura. “Desde el minuto uno ya se ha visto que no estábamos, que faltaba algo, dile concentración, no lo sé... Hemos hecho cambios, pero no ha habido manera. Lo único que nos podía meter en el partido era un gol, pero como hemos estado muy desacertados al final se han llevado el gato al agua. No hay nada más, es un tema nuestro. Estábamos avisados, sabíamos lo que habría, que el Vic no es el de la primera vuelta, pero no hemos sabido controlar el ritmo, sobre todo en ataque”, dijo. Folguera apuntó que quizás faltó “tener en más consideración al rival, no por la clasificación, sino por lo que es”.