Pudieron sentenciar

El ICG Software Lleida encarriló su clasificación para la Final Four de la Copa CERS después de ganar ayer por 4-2 al Sporting Club Tomar, en un partido en el que los listados, arropados de nuevo por un millar de aficionados, estuvieron a punto de finiquitar la eliminatoria en los últimos cinco minutos. Solo la gran actuación del meta luso evitó que los leridanos lograran una renta mucho mayor, que bien pudo ser de cuatro o cinco goles.

El duelo comenzó con ambos equipos a verlas venir. El miedo al error les pudo más que las ganas de marcar, hasta que Darío Giménez firmó una de sus típicas jugadas arrancando por detrás de la portería que hizo lucir al meta portugués. Fue el preludio del primer tanto listado, que logró Andreu Tomàs al aprovechar el rechace de su propio lanzamiento. Solo habían transcurrido seis minutos y el ICG ya mandaba en el luminoso.

El cuadro portugués remontó el 2-0 en dos acciones casi consecutivas antes del descanso

Los listados se volcaron ante la meta lusa y gozaron de hasta cuatro clarísimas ocasiones para marcar

El tanto rompió las reticencias defensivas y ambos equipos se volcaron al ataque. Andreu y Cañellas, en la misma jugada, tuvieron la oportunidad de incrementar la cuenta. En la otra portería, Lluís Tomàs también se exhibía evitando el empate en dos ocasiones, la segunda de ellas en un doble remate a bocajarro. El partido estaba roto y nadie ponía pausa. Una combinación entre Creus y Cañellas, con remate de este último, hacía lucirse de nuevo a Diogo Fernández. El segundo gol se veía venir y al final cayó en una gran acción de Darío Giménez, remontando por detrás de la portería, levantando la bola y rematando fuera del alcance del meta luso (2-0). El tanto hizo levantar al público de sus asientos y dejó algo tocado al cuadro portugués.

Su técnico paró el partido y dio unas instrucciones que surtieron efecto. El ICG quería más y no dejó de atacar buscando el 3-0, pero sus ansias se le volvieron en contra y llegó el 2-1 de Hernani, que sorprendió a Lluís Tomàs con un disparo desde el lateral (2-1, m.20). Sin apenas tiempo para asumir el golpe llegó el empate un minuto y medio después, en un contraataque que culminó Alves. Todo un jarro de agua fría.

En el descanso, Albert Folguera serenó a sus hombres, que salieron en la segunda mitad más entonados y sin tanta ansiedad. Después de que Lluís Tomàs salvara el tercero de los portugueses, llegó el 3-2. Jordi Creus, de disparo lejano tras una dejada de Darío Giménez en contragolpe, volvía a poner en ventaja a su equipo. A partir del gol, el ICG tomó el mando del partido y gozó de claras ocasiones para ampliar su cuenta, especialmente del reusense, que se topó en tres ocasiones con el meta luso, el mejor con diferencia del Tomar. Creus también fue el protagonista negativo al ver poco después la tarjeta azul, por una entrada sobre un rival que le supuso la exclusión de dos minutos y la consiguiente falta directa. Por suerte, Lluís Tomàs adivinó las intenciones de Sardo y evitó de nuevo el empate.

Los dos minutos posteriores en inferioridad fueron los únicos en los que los leridanos pasaron apuros. A partir de entonces, el ICG se volcó sobre la portería lusa. A los pocos minutos, una acción antirreglamentaria de Ivo Silva le supuso la exclusión y la posibilidad para Darío Giménez de situar el 4-2. El argentino, con su habitual sangre fría, no perdonó. Mareó a Fernández de un lado para otro para acabar batiéndolo y situando otra vez una renta de dos goles.

Pero los de Folguera querían más. Querían viajar a Portugal con una renta mayor y a punto estuvieron de conseguirlo. Por ocasiones no fue. Tuvieron muchas y claras, pero no quisieron entrar. César Candanedo tuvo dos de muy francas, la segunda a pase de Roberto Di Benedetto, el cual también puso a prueba al meta rival sin fortuna. Y cuando apenas quedaba medio minuto para el final, Jordi Creus se plantó solo ante Fernández pero este evitó el quinto gol que bien merecieron los listados, que dan un paso más hacia la Final Four.