Victoria de prestigio

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Victoria de prestigio la que consiguió ayer el ICG Software Lleida (6-3) ante el cuarto clasificado de la OK Liga, un Noia que se vio incapaz de parar el vendaval ofensivo de los leridanos, que festejaron por todo lo alto la clasificación para la Final Four. El cansancio que tanto temía Albert Folguera ni se vio y el equipo firmó un partido soberbio, con dedicatoria hacia el padre de los Tomàs en el segundo aniversario de su fallecimiento. El recordatorio que los jugadores hicieron antes de salir a pista dio aire a un ICG que llevó la iniciativa de inicio.

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Las primeras ocasiones fueron suyas, con Roberto Di Benedetto muy activo. El galo lo probó con un tiro lejano que salvó el meta barcelonés con el brazo y acto seguido volvió a probar fortuna con la colaboración de Darío Giménez, que desvió la bola sin llegar a sorprender a Zapater. Los leridanos seguían atacando y de nuevo Roberto tuvo el gol en sus manos pero esta vez fue el palo el que lo evitó. El ICG estaba mereciendo ir ya por delante en el marcador, pero fue el Noia quien, en su primera ocasión clara, marcaba con un disparo cruzado de Llorca que sorprendía a Lluís Tomàs (0-1, m.5). El tanto no hizo variar el guión de los listados, que encontraron el premio del gol en otra acción de su jugador más activo. Roberto Di Benedetto dribló a un par de rivales y ante la salida del portero le coló la bola por debajo del cuerpo (1-1, m.9).

El juego se volvió duro por momentos hasta que Darío Giménez forzó un penalti que transformó con maestría Roberto (2-1, m.13), el jugador del partido. Eran los mejores minutos del ICG, que aprovecharía su estado de gracia para anotar el tercero por mediación de Andreu Tomàs (3-1, m.14). Candanedo y Creus, que entraron de refresco, tuvieron el cuarto, pero sus disparos los repelió el portero. Igual que en el inicio del partido, cuando más estaba atacando el ICG llegó el tanto del Noia, en otro disparo cruzado de Aragonés que dejaba el 3-2 al descanso.

La segunda parte comenzó con un intercambio de golpes. El Llista pudo marcar en un contraataque llevado por Bruno Di Benedetto que no pudo culminar Darío, mientras que en la otra portería Lluís Tomàs firmaba una doble parada que daba paso a otro contragolpe que tampoco acertaba a transformar el argentino. A partir de ese momento el juego bajó de biorritmos. Al ICG, tras el desgaste del fin de semana, no le interesaba un partido de idas y venidas y pasó a controlar el juego y tirar de estrategia. Ahí llegó el 4-2 en un pase magistral de Darío desde detrás de la portería que aprovechó de primeras Creus (4-2). El Noia, obligado a remontar, pasó a la acción y Aragonés tuvo el 4-3 pero se topó con el palo. El que sí llegó fue el 5-2, obra de Andreu Tomàs en jugada personal que hizo levantar al público. El ICG estaba jugando como un grande y pese al 5-3 anotado por Xaus, nunca temió por una victoria que cerró Candanedo al aprovechar una asistencia, la segunda, de Darío Giménez.

“Hay que sacarse el sombrero ante este equipo, estoy sorprendido” Albert Folguera se deshizo en elogios: “Es para sacarse el sombrero ante este equipo porque el primero que estoy sorprendido soy yo. Avisé de que era un partido complicado por donde veníamos y por la tensión que habíamos tenido que soportar y por el cansancio, pero en cambio hemos hecho un partido extraordinario”, dijo Folguera con la voz entrecortada al recordar que hacía dos años del fallecimiento del padre de los hermanos Tomàs. “Teníamos un motivo más para ganar y creo que esto es lo que nos ha acabado de espolear”, aseguró. Lluís Tomàs, por su parte, dijo en referencia a su padre que “allí donde esté que lo disfrute”.