El pichichi que hizo historia

Remacha había llegado al Lleida aquel verano, con 25 años, procedente del At. Zaragoza, donde en 5 temporadas se había labrado fama de goleador. “Era un delantero centro fuerte, pundonoroso y trabajador. No paraba de correr”, explica a SEGRE en su domicilio de Barcelona. Tal fue así que, aquel verano, Juan Romans, secretario técnico y entrenador del Lleida junto a Peralta, fue a su pueblo personalmente a buscarlo con 60.000 pesetas como argumento.

Fue uno de los fichajes más importantes del Lleida aquella histórica 1948-49, en la que ascendió a Segunda por primera vez en su historia. Remacha fue el máximo goleador del equipo con 23 tantos en 31 partidos oficiales, muchos de los cuales con su especialidad, el remate de cabeza: “Sabía manejarme y saltar en el momento exacto”. “En el Lleida, Gausí y Amat hacían muy buenos centros”, dice recordando sus mejores aliados.

En su segundo año, el equipo logró el ascenso a Primera, pero Remacha no pudo jugar demasiado

Un partido que recuerda de una manera especial es el amistoso contra el Deportivo jugado en abril de 1949: “Volvían de jugar contra el Barça y pararon aquí a jugar un amistoso”, recuerda. “Ganamos 9-1 y yo hice seis goles, mi récord personal”. Sin embargo, también guarda recuerdos menos gratos, como el día que, en vísperas de jugar contra el Zaragoza, le intentaron comprar: “Un hombre se presentó, pasadas las diez de la noche, en la casa que compartía con Pedrín y Ferrando. Nos subió a su coche y empezó a ir hacia Zaragoza”, recuerda. “Nos ofreció 25.000 pesetas por no hacer nada en el partido”. Los tres lo rechazaron de inmediato.

En Segunda, en los largos desplazamientos en autobús, explica que “poníamos una americana tendida y jugábamos a cartas muchas horas”. “Amat siempre era el que animaba la fiesta”, sonríe. Sin embargo, Remacha no tuvo tanto protagonismo con la llegada de nuevos jugadores y por las lesiones. Aunque él jugó poco, el equipo logró el histórico ascenso a Primera en junio de 1950, algo de mucho mérito al ser un recién ascendido de Tercera. Con el ascenso se renovó por completo el equipo y Peralta, preparador físico, se fue a entrenar al Cádiz, llevándose consigo a Remacha y a otros 6 azules. Antes, había recibido una oferta del Barça, pero la directiva leridana pedía medio millón de pesetas.

Más tarde se fue al Alavés, donde cumplió su sueño de jugar en Primera, algo que no pudo hacer en el Lleida y, en 4 años, logró 60 goles, lo que le permite ser el segundo máximo realizador de la historia del club. Se retiró siendo entrenador-jugador de L’Hospitalet y hoy vive en Barcelona, rodeado de recuerdos y fotografías de aquellos años de su vida en los que fue un goleador cotizado.