LO MEJORLO PEOR
Faltó acierto
El Actel Força Lleida pierde una buena oportunidad de sellar media permanencia al caer en un duelo igualado || Tuteó al Melilla, pero el pésimo porcentaje en el triple le condenó
La duodécima victoria, la que puede darle la anhelada permanencia en la LEB Oro, deberá esperar. Ayer la rozó, de hecho se hizo merecedor de ella durante buena parte del duelo, pero el Actel Força Lleida acabó hincando la rodilla sumido en unos nefastos porcentajes en el triple, ante un Melilla mucho más certero (60-68) en los momentos clave.
El Actel comenzó fuera del partido, especialmente en ataque, donde erró sus primeros cuatro ataques, la mayoría con lanzamientos forzados, alguno sin tocar tan siquiera el aro, o agotando la posesión. El Melilla, en cambio, se mostró más certero y pasados los dos primeros minutos dominaba por un elocuente 0-7 que hizo temer lo peor. Por suerte para los de negro, los norteafricanos se contagiaron de su mal juego y el partido se equilibró. Mbaye rompió la sequía (min.3) y Martí y Karena situaron un tranquilizador 6-7.
Los dos se relevaron en el mando del partido y el Actel no supo sentenciar cuando estuvo 9 arriba
El equipo de Jorge Serna había salvado el primer bajón, pero seguía empecinado en tirar de tres pese a su mal porcentaje (0 de 5). Pero con la aparición de Hermet en pista todo empezó a cambiar. El estonio, prácticamente olvidado en los últimos partidos, tuvo su oportunidad y la aprovechó con creces. Un triple suyo dio la primera ventaja al Actel (11-9) y un palmeo en el último segundo del primer cuarto dio la máxima renta al equipo (15-12).
A diferencia de los partidos ante Araberri y Cáceres, el Actel supo reconducir la situación e incluso puso en jaque a todo un Melilla, que en el arranque del segundo acto se encontró con que la renta había subido hasta los ocho puntos (20-12, m.13), tras dos tiros libres de Feliu y un triple de otro poco habitual, Rubín de Celis. Alejandro Alcoba paró el partido y la situación se regularizó gracias a dos triples consecutivos de Samb y Kapelan, que apretaron el marcador (22-20). Pero ayer era el día para que los segundos actores se reivindicaran, y ahí apareció Olaizola. El donostiarra, que no acaba que encontrar su mejor versión desde su llegada a Lleida, jugó sus mejores minutos firmando cuatro puntos, dos de ellos sobre la bocina del final de la primera parte que permitieron al Actel irse al vestuario con una renta de seis puntos (36-30), del todo merecida ante un Melilla que vivió de la inspiración y la calidad de algunos de sus jugadores, entre ellos, el ex del Força Lleida Dani Rodríguez.
En la segunda parte, Alcoba sacó el as que tenía guardado: Fran Guerra, su jugador franquicia que aún no había actuado. El canario, también con pasado leridano, capitalizó buena parte de los ataques melillenses, ya fuera con jugadas personales o sacando balones hacia sus exteriores. El juego visitante mejoró y lo hizo, curiosamente, después de que el Actel alcanzara su máxima renta en todo el partido, nueve puntos (39-30), tras un triple de Ogungbemi.
A partir de ahí, enésima desconexión de los de negro que les costó cara. Un parcial de 4-15, con triple final de Djuran, permitió al Melilla recuperar el mando (43-45). Serna paró inmediatamente el partido y ajustó la defensa. El Actel subió un grado su intensidad y el Melilla empezó a sufrir para anotar, mientras que los leridanos sobrevivieron (49-47) desde la línea de personal, donde Djukanovic anotó sus primeros puntos en todo el partido, un déficit que el Actel echó mucho en falta, como ya ocurriera en Cáceres la semana pasada.
El equipo salvó otra situación delicada nada más arrancar el asalto final, cuando los norteafricanos le volvieron a dar la vuelta al marcador con sendas acciones triples de Servera y Kapelan (51-53). Ahí apareció Ogungbemi para dar un respiro (53-53), pero otros dos triples, ahora de Djuran y Samb (53-59), pusieron contra las cuerdas al Actel, que estaba concediendo demasiadas segundas opciones en ataque al no cerrar su rebote. Pero volvió a aparecer el de siempre, Ogungbemi, que dio esperanzas de remontada. Primero, con un triple estratosférico que situó el 56-59 y luego, con dos tiros libres que apretaron al máximo el marcador (60-61). Quedaba 1:23 y todo podía pasar. Pero no pasó. Un mate de Samb (60-63) y un triple errado de un desaparecido Feliu acabaron con las esperanzas del Actel de lograr una victoria que le acercara a la permanencia.