LO MEJORLO PEOR
De mal en peor
El Lleida suma ante el líder su tercera derrota consecutiva y se aleja más del play off || Tras el penalti, que supuso el 3-2, el árbitro benefició al Mallorca, que debió acabar con nueve jugadores
La realidad es que el Lleida cayó en Son Moix ante un líder endeble como el Mallorca y que durante muchas fases del encuentro estuvo a merced de los de Gerard Albadalejo, que pagaron muy caro su falta de cocentración en los minutos iniciales de cada periodo que le supusieron encajar un 3-0 que acabó siendo insalvable. Dicho esto, le podemos añadir todo lo que ustedes quieran. Que el Lleida no se rindió, que sacó casta y orgullo y que se puso 3-2 soñando con la remontada copera de Anoeta. Que el Mallorca, ante el enfado de su afición, acabó pidiendo la hora encerrado en su parcela los cinco minutos de prolongación que decretó el árbitro y que este acabó siendo determinante por su falta de valentia en la jugada del penalti a favor del Lleida. Lo señaló, sí, pero no se atrevió a mostrar la segunda cartulina amarilla al infractor, que ya la había visto en el 44, lo que hubiese dejado a los mallorquines con diez. Pero es que aún hubo más. Manu Molina, tras transformarlo, fue a buscar el balón dentro de la portería para propiciar un rápido saque de centro y se enzarzó en una trifulca con el portero local que ya tenía una tarjeta por protestar la señalización de la pena máxima. El árbitro, en una polémica decisión, mostró tarjeta al leridano y se abstuvo de enseñársela a Reina que también hubiese tenido que abandonar el terreno de juego.
Razón tenía Albadalejo al quejarse en la sala de prensa. No es lo mismo jugar los últimos diez minutos, más el añadido, con 3-2 en contra, 11 contra 11 que 11 contra 9. Pero, en fin, no hay que darle más vueltas, El Lleida perdió 3-2 y el play off se aleja un poco más. Parece difícil aunque no imposible. El caso es que el Lleida se fue al descanso perdiendo 1-0 con un gol encajado, tras un desajuste, defensivo, en una jugada a pelota parada, El Mallorca no hizo nada más. Es más, se echó atrás ante la desesperación de su afición mientras que el Lleida gozó de dos ocasiones clarísimas para, cuando menos empatar. Reina salvó un gran remate de Juanto (13’)y el rechace lo envió fuera Molina que volvió a fallar un gol cantado (44’) al quedarse solo ante Reina tras una asistencia increíble del propio Juanto, ayer el mejor del Lleida.
Tras la reanudación, llegó otra vez la pájara defensiva con dos goles, en el 47 y en el 53, que dejaron las cosas en un 3-0. Luego, a la heorica, la medio remontada para dejar las cosas en un maquillado 3-2, pero pese a su insistencia, y a colgar balones al área rival, el Lleida ya fue incapaz de crear, salvo sus dos goles, ninguna ocasión más de peligro. En cambio, el Mallorca, que utilizó todas las estratagemas posibles para que el balón se moviese lo menos posible, aún pudo sentenciar con un remate de Cano que acabó en la cepa del poste de un sorprendido Diego Rivas. Hubiese sido, incluso, hasta excesivo.