El balón como integrador

Un grupo de padres y madres jugando al fútbol un sábado junto a un grupo de personas con diversidad funcional y los niños de esa escuela de fútbol base invirtiendo los papeles y haciendo de público. Una imagen y una actividad insólitas, pero así entienden su proyecto en el colegio Terraferma, donde a través de la fusión entre la Escola Esportiva del colegio Terraferma y la firma leridana Learning Soccer Academy que gestiona fútbol formativo, han puesto en marcha esta temporada un programa pionero que pretende demostrar que el fútbol puede ser una excelente escuela de valores de presente y de futuro para los niños.

Así los padres, lejos de ser unos ‘hooligans’ de sus hijos como ocurre en ocasiones en el fútbol base, participan repartidos en diferentes comisiones en la organización de actividades, charlas o búsqueda de patrocinios. Y dentro de estas actividades se enmarca jugar con seis personas con diversidad funcional del centro de Sant Joan de Déu de Almacelles, que tiene suscrito un convenio con el colegio. Es más, la Escola de Futbol Terraferma también integra en sus entrenamientos a alguno de estos deportistas discapacitados de edades comprendidas entre 18 y 30 años, lo que crea una interrelación muy especial con los niños.

“Nuestro modelo de club se basa en un modelo deportivo (Eureka) y uno formativo (Bubbles) fomentando valores como el ‘fair play’ y el respeto”, subraya Enric Barri, que coordina la Escola de Futbol Terraferma junto a Jordi Cortés, miembro del staff técnico del Lleida.