Con un pie en Plata

Los peores presagios se confirmaron y el Actel Força Lleida está más cerca que nunca de consumar su descenso a la LEB Plata por segunda vez en tres temporadas. La derrota de ayer ante el Palencia (75-84) se combinó con la victoria de todos sus rivales directos, lo que le sitúa en posiciones de descanso por primera vez en lo que va de temporada y cuando falta un partido para concluir la fase regular. Solo una carambola a tres bandas puede ya salvar a un equipo que comenzó la Liga cojo (sin sus dos extracomunitarios), siguió renqueante (más lesiones y jugadores muy por debajo de las expectativas) y acabará, si un milagro no lo remedia, en el pozo de la LEB Plata.

Comenzó desentonado el Actel, fallando los cuatro primeros ataques, tres de ellos bajo el aro. Los nervios empezaban a atenazar las muñecas, y eso que apenas se habían transcurridos tres minutos. Por suerte, el Palencia tampoco anduvo fino en tareas ofensivas y los leridanos pudieron reconducir la situación y mandar en el luminoso. Tres puntos fue la máxima ventaja de que gozaron en este primer cuarto, un periodo en el que los hombres de Jorge Serna firmaron muy malos porcentajes de lanzamiento. Tiraron mucho pero acertaron poco (4 de 12 en tiros de dos puntos y 1 de 4 en triples). Todo lo contrario que los palentinos, que lanzaron algo más de la mitad pero con un acierto elevadísimo. Esto les permitió irse al primer parón con una renta de cuatro puntos (18-22), la máxima hasta ahora tras una canasta de Cvetinovic sobre la bocina.

El equipo de Jorge Serna necesita ganar en la pista del Manresa y que Azpeitia o Barça B pierdan

El segundo cuarto fue una montaña rusa, con intercambio de parciales que, a la postre, no sirvieron para romper el partido. El primero llegó para superar un momento crítico, cuando el Palencia había alcanzado los cinco puntos de ventaja (22-27), con un triple de Garrido, y gozaba de posesión. Por suerte, erró el ataque y el Actel se reactivó gracias a la sociedad que formaron Derksen y Martí. Entre los dos firmaron un parcial de 10-0 (siete puntos el estadounidense y tres el de Belianes) que permitió darle la vuelta al marcador y situarse cinco puntos arriba (32-27).

Pero poco le duró la ventaja a los de negro. Jordi Grimau pasó a la acción y se puso a su equipo a la espalda. El barcelonés con pasado en el Lleida lideró un parcial de 0-10 que volvió a dejar las cosas como estaban, con el Palencia al mando y un Actel que intentaba mantenerse a flote. Lo logró gracias a los triples, el primero de Martí y los dos últimos de Ogungbemi, que permitieron a los de Serna irse al descanso con un punto de ventaja. Un triunfo mínimo que invitaba a la esperanza, que poco a poco se fue diluyendo en una segunda mitad en la que los leridanos exhibieron todos aquellos males que les han traído hasta el precipicio en el que ahora se encuentran. El juego del Actel se redujo a las acciones individuales de los de siempre, de los valientes. Derksen, Djukanovic y Martí, pese a las faltas, no se escondieron, como tampoco lo hicieron Mbaye y Ogungbemi, pero con ellos no había suficiente. A otros aún se les espera, como Feliu, el veterano curtido en mil batallas que ayer firmó una de sus peores actuaciones.

Aun así, el Actel se mantuvo vivo hasta el inicio del último cuarto. Lo hizo con arreones de garra, con momentos de una defensa intensa que ahogaba a los castellanos y con una inyección de moral que suponía el triple de Ogungbemi sobre la bocina de final del tercer periodo, que situaba un empate a 62 esperanzador. Pero el equipo ya no dio para más. Decisiones mal ejecutadas, precipitación en ataque y la obcecación por recortar a base de triples sea como sea, acabaron por condenarles a una derrota que les sitúa, por primera vez en toda la temporada, en posiciones de descenso. Solo un milagro, que pasa por ganar en Manresa y que Barça B o Azpeitia pierdan, le puede salvar de consumar el segundo descenso en tres años. Y esta vez no habrá una ampliación de la Liga para salvarle.