Pitada al himno y veto al amarillo

La afición del Barça volvió a silbar con todas sus fuerzas el himno español, que suena en el momento en el que hace su aparición en el palco el rey Felipe VI. El Barcelona ha jugado siete finales de la Copa del Rey en diez años y en todas se ha silbado el himno. En esta ocasión, a pesar de las advertencias y amenazas del presidente de la Liga, Javier Tebas del ministro del interior, Juan Ignacio Zoido o de la cuenta oficial en Twitter de la Guardia Civil (ver página 26). Pero ayer, a la consigna de frenar los silbidos, se unió una auténtica cruzada contra el color amarillo.

Los policías que estaban en las puertas del Wanda Metropolitano requisaban todo lo que llevaba color amarillo. Camisetas, con lema reinvindicativo o sin el, fueron prohibidas y el absurdo se disparó con el requisamiento de globos y silbatos de color amarillo. Por supuesto, también fueron requisadas las pancartas o mensaje pidiendo la libertad de los presos políticos. Si se repartían sin problemas banderas españolas, algunas de en manos de algún seguir culé.

Aficionados del Barça lanzaron gritos de apoyo a Puigdemont y los del Sevilla tararearon el himno

Desde su exilio, ahora en Alemania, el presidente Carles Puigdemont escribió en su cuenta de twitter, en inglés: “Si un simple color es ahora una ofensa contra el Estado, qué será lo siguiente?” añadiendo “Policía política española”.

Los registros provocaron largas colas y los contenedores que la policía había preparado junto a las puertas de acceso, se fueron llenando con el material requisado, lo que fue provocando quejas a través de las redes sociales. Así, el diputado Joan Tardà escribió: “A una amiga de Cornellà que está en el campo y que va con silla de ruedas le han hecho quitar el lazo amarillo que lleva en el cabello”, añadiendo que “l’odi els ha menjat l’enteniment”.

Òscar Fernández, periodista de Catalunya Ràdio, explicó en su cuenta que “la policía nos requisa una camiseta amarilla de la Via Catalana. Dice que no puede entrar en el Metropolitano. Una camiseta!!! Amarilla!!! Qué peligro...”. Estas absurdas escenas no pasaron desaperdibidas para la prensa extranjera acreditada. El abogado de Carles Puigdemont, Jaume-Alonso Cuevillas, se lo tomó con sentido del humor, asegurnado que él iba al partido con la peña barcleonista de Sant Esteve de les Roures, el pueblo imaginario que aparece en un informe de la Guardia Civil.

Una vez dentro del campo empezó la guerra sonora entre las dos aficiones. Cuando seguidores del Barcelona lanzaban cánticos de “Puigdemont, president”, los del Sevilla replicaban con silbidos. Pero para silbidos, los esperados. Cuando empezó a sonar el himno, esta vez en una versión de apenas 50 segundos, los responsables del estadio pusieron la megafonía a máximo volúmen, pero si así se ahogaba la protesta de los seguidores azulgranas, mientras los del Sevilla optaban por tararear el himno que no tiene letra.

La ANC y Òmnium critican la actitud de la policía La Asamblea Nacional Catalana (ANC) criticó que agentes de la Policía Nacional requisaran banderas ‘esteladas’ y camisetas amarillas de la entidad en la entrada del Wanda Metropolitano. A través de su cuenta de Twitter escribió: “El Gobierno español también decide cómo se debe ir vestido a la #FinalCopa: la Policía española requisa las camisetas de la @assemblea y ‘esteladas’. ¡Su nueva cruzada!!! ¿La solución? #RepúblicaARA”, añadiendo fotografías de policias requisando el material.