SEGRE

LO MEJORLO PEOR

Lucharán por el primer título

Los jugadores listados se abrazan a Joan Ceñellas después de que el tarraconense marcase el gol decisivo que clasificaba al equipo.

Los jugadores listados se abrazan a Joan Ceñellas después de que el tarraconense marcase el gol decisivo que clasificaba al equipo.LLEONARD DELSHAMS

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El ICG Lleida Llista jugará hoy, quince años después, la segunda final de la Copa CERS de su historia después de superar ayer al Breganze italiano por 4-3, en un partido épico que se resolvió en la prórroga con un gol de Cañellas. El equipo, pese a errar hasta cinco faltas directas y un penalti, y ver cómo los italianos le remontaban el 3-0 que tenía de ventaja para forzar el tiempo extra, sacó fuerzas de flaqueza y, espoleado por un Onze de Setembre entregado, acabó sellando su pase a la final, donde se las verá con el Barcelos portugués, vigente campeón, que en la otra semifinal batió por 2-5 al Voltregà.

Un tiro lejano de Andreu Tomàs que desvió el meta italiano a los treinta segundos, fue la carta de presentación de un ICG Lleida que salió con el guión bien aprendido. Con un juego rápido y bien perpetrado atrás, los listados acorralaron a los italianos en los primeros compases. Tres minutos después era Darío Giménez el que probaba fortuna, pero su disparo salía desviado. El Breganze intentó sacarse la presión de encima y tuvo dos aproximaciones importantes, especialmente una de Ambrosio que entre Lluís Tomàs y el larguero evitaron el primer tanto.

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Pero del posible 0-1 se pasó poco después al 1-0, anotado por Darío Giménez en un disparo lejano a media altura que sorprendió a Bruno Sgaria. El tanto espoleó a los leridanos, que segundos después provocaron la exclusión de Ambrosio por enganchar con el stick a Andreu Tomàs, cuando este se quedaba solo ante el portero. La consiguiente falta directa la ejecutó el argentino, pero el palo evitó el segundo gol, o mejor dicho, lo retrasó, ya que en la jugada posterior, Andreu Tomàs, con los listados aún en superioridad numérica al errar la falta, empalaba de primeras un servicio magistral de Giménez desde la izquierda y batía por segunda vez a Sgaria. Verlo para creerlo, 2-0 en los primeros ocho minutos.

La final empezaba a vislumbrarse, pero aún quedaba mucho trayecto por delante. Y de ello se encargó de recodarlo el Breganze en dos acciones consecutivas de Ambrosio a las que respondió Lluís a la perfección. El partido se serenó unos minutos hasta que Roberto Di Benedetto, en una acción personal desde la defensa, a punto estuvo de hacer subir el 3-0. En el tramo final de la primera mitad las ocasiones se sucedieron en ambas porterías, donde reinaron los porteros, especialmente el leridano, que evitó el tanto italiano en un par de ocasiones. También la tuvo Roberto, pero el meta rival sacó la bola con el stik cuando ya se cantaba el gol.

A la vuelta de los vestuarios, el Breganze comenzó con otro aire. Dos bolas al palo consecutivas enviadas por Cocco así lo atestiguaron. Ahí empezó el recital de Lluís Tomàs, que se hizo enorme para desbaratar todas las acometidas de los italianos. El ICG, que bajó su intensidad, sacó provechó de las innumerables faltas de su rival, que al final resultaría decisivo. La décima infracción del Breganze no la aprovechó Giménez, ayer sin suerte en su especialidad, y acto seguido era Roberto Di Benedetto el que fallaba un penalti. Poco después, Jordi Creus enviaba la bola al palo en el preludio de lo que fue el 3-0, obra de Roberto al transformar la decimoquinta falta de los italianos (3-0).

La final estaba cada vez más cerca, y más después de que Lluís Tomàs le detuviera una falta directa a Ambrosio. El Llista empezaba a dar muestras de cansancio y el Breganze sacó provecho de ello. Álvaro Jiménez acortó distancias, un gol que metió a su equipo en el partido. Quedaban aún cinco minutos, todo un mundo en hockey. Al ICG se le hicieron eternos. Platero, segundos después de que los árbitros le anularan un gol a Andreu Tomàs por tocar la bola con el patín, establecía el 3-2. Los nervios se apoderaron de los listados, que encajarían el empate a dos minutos del final. El equipo de Folguera aún tendría la última oportunidad antes de la prórroga, pero Darío no acertó en la cuarta falta directa del partido.

El tiempo extra estaba servido. El Llista no se amilanó. Tras una primera parte prácticamente anodina, la segunda fue una montaña rusa. Candanedo tuvo el cuarto gol en sus manos pero erró un penalti forzado por Roberto. En el otro lado, Lluís Tomàs daba vida al detener una falta directa a Cocco y, a un minuto para final, la locura se desató. Roberto falló la enésima falta directa pero Cañellas, atento, aprovechó el rechace para meter al Llista en la final de la CERS quince años después. Hoy puede hacer historia.

Lleida

El Barcelos logró el primer billete para la final tras batir por 2-5 al Voltregà en un partido trepidante. Los lusos cimentaron la clasificación en una primera parte muy efectiva, en la que lograron tres goles en las tres únicas ocasiones que tuvieron, entre ellas una falta directa y un penalti. El Voltregà reaccionó en la segunda parte y recortó diferencias (2-3), el segundo gol pese a estar en inferioridad, pero dos tantos de los portugueses en el tramo final sentenciaron la semifinal.

Los jugadores listados se abrazan a Joan Ceñellas después de que el tarraconense marcase el gol decisivo que clasificaba al equipo.

Los jugadores listados se abrazan a Joan Ceñellas después de que el tarraconense marcase el gol decisivo que clasificaba al equipo.LLEONARD DELSHAMS

Los jugadores listados se abrazan a Joan Ceñellas después de que el tarraconense marcase el gol decisivo que clasificaba al equipo.

Los jugadores listados se abrazan a Joan Ceñellas después de que el tarraconense marcase el gol decisivo que clasificaba al equipo.LLEONARD DELSHAMS

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