El enésimo reto para el Barça

Aunque un Barcelona-Real Madrid siempre despierta un gran interés, el clásico del domingo sí que es, a priori, el más irrelevante de los últimos años. Con la Liga en el bolsillo azulgrana desde la pasada jornada, no hay nada en juego a nivel de clasificación. Pero con los éxitos de equipo ya conquistados –Liga y Copa–, quedan pendientes nuevos registros para la historia y los títulos individuales. Messi tiene que sellar todavía el Pichichi y la Bota de Oro y Ter Stegen opta al trofeo Zamora.

A nivel colectivo, el principal reto es acabar la temporada invictos y conseguir la máxima diferencia a final de Liga con respecto al Madrid. Si gana el Barça dejará al Madrid a 18 puntos y si mantiene esa renta hasta final de temporada, será la mayor diferencia de la historia entre azulgranas y madrileños. El récord está todavía en los 17 puntos a los que quedó el equipo blanco en la temporada 1984-85, cuando ganó la Liga con Terry Venables. Pero aquella temporada los triunfos todavía valían 2 puntos y la competición era de únicamente 34 jornadas, en lugar de las 38 de ahora. En la temporada 1973-74, la Liga de Cruyff como jugador, la diferencia final entre ambos equipos fue de 16 puntos. En esta temporada, la máxima diferencia ha sido de 19 puntos, distancia que se mantuvo cuatro jornadas.

Iniesta no participó en el entrenamiento de ayer por unas molestias, pero no quiere perderse el clásico

Por otra parte, la plantilla volvió ayer a los entrenamientos y lo hizo sin Andrés Iniesta. El capitán trabajó al margen del equipo a causa de unas molestias que arrastra en el sóleo desde el partido del pasado domingo en La Coruña. Pese a estos problemas físicos, Iniesta no está descartado para el encuentro del domingo y en principio será convocado. Está por ver si jugara de titular o saldrá desde el banquillo, pero su deseo es entrar en la convocatoria, puesto que es el último clásico que disputará como jugador.

Quienes también vivirán un duelo particular el domingo serán Messi y Cristiano Ronaldo. En su pugna por ser los máximos goleadores de la Liga, en esta ocasión el argentino le está ganando claramente la partida. Ha marcado ocho goles más que el portugués.