El Parc del Segre se renueva

El Parc del Segre de La Seu d’Urgell sufrirá una importante remodelación con vistas el Campeonato del Mundo de eslalon y descenso esprint que la instalación olímpica acogerá el año que viene, que supondrá una inversión de algo más de un millón de euros, sufragados por las instituciones estatales, catalanas y locales. Las obras, que durarán casi un año, comenzarán a mediados del próximo mes de septiembre, justo cuando finalice la Copa del Mundo. Será la primera reforma global que se acometerá en la instalación desde que fue construida en 1991 con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona, y que la dotarán de sistemas más modernos.

Entre las obras más relevantes destaca la construcción de un edificio de unos 140 metros cuadrados, al lado del actual gimnasio, que servirá como sala de vídeo para que las selecciones participantes puedan visualizar los descensos de sus palistas, así como la renovación total de los remontes, a modo de rampas mecánicas, que permiten a los palistas regresar al punto de partida del canal una vez completada la bajada, sin necesidad de bajar de la piragua, una infraestructura que fue pionera en su día y que ahora se había quedado anticuada (ver desglose).

Se hará un saneamiento total por primera vez desde su construcción, limpiando y consolidando las piedras

El proyecto también incluye la reforma de los canales de aguas bravas, que contempla el saneamiento tanto del fondo como de las paredes, y la consolidación de las piedras, tanto las laterales como las interiores. También está prevista la mejora del pavimento interior de la instalación, el asfaltado del circuito de roller ski, la reparación de parte de la valla perimetral, la impermeabilización y repintado de algunos edificios y la revisión de las turbinas de la minicentral eléctrica que gestiona el caudal del canal y que abastece a toda la instalación.

la seu d’urgell

Los remontes mecánicos, que permiten a los palistas volver al punto de partida al acabar el descenso sin necesidad de bajarse de la piragua, fueron una de las estructuras que en su día convirtieron el Parc del Segre en una instalación de referencia mundial, copiada por muchas sedes olímpicas. Treinta años después de su construcción, la estructura se cambiará por completo para adecuarla a la actualidad. Los nuevos remontes serán mucho más anchos (pasan de 70 centímetros a 1,20 metros para que puedan remolcarse sin problemas las balsas de rafting) y más largos, para así reducir la pendiente. La primera rampa, que los palistas cogen nada más acabar la bajada, se alargará unos 14 metros y pasará de una pendiente del 24% a una del 19%, mientras que el segundo remonte, situado bajo el bar-restaurante y que accede al lago artificial, se alargará entre 3 y 5 metros, pasando de una pendiente de 23,5% a una de 18%.

Otra de las novedades, y que será toda una innovación en este tipo de sistemas, es que serán calefactables, con unas resistencias que se colocarán bajo la chapa donde irá sujeta la cinta. Con ello se pretende eliminar el hielo que se acumula en invierno y que podría ocasionar averías en los motores y en la estructura.

Esperan un aluvión de peticiones para poder entrenar Los gestores del Parc del Segre prevén un aluvión de peticiones de selecciones nacionales para poder entrenar en el canal antes del Mundial de eslalon del año que viene. La razón es que la prueba será clasificatoria para los Juegos de Tokio 2020, donde los países se ganarán las plazas olímpicas en cada categoría. Durante este año ya han hecho un estage las selecciones de Irlanda, Suiza, Rusia y China. En este sentido, el comité organizador del Mundial de La Seu ha fijado ya el periodo de entrenamientos oficiales previos al Mundial, que serán del 4 al 9 de junio y dos semanas antes del inicio de la prueba.