FÚTBOL DEPORTE DE BASE
Exclusiones revisables
La Catalana se compromete tras la marcha-protesta del Gardeny, cuyo Prebenjamín fue expulsado por incomparecencia, a evaluar futuros casos similares || Aunque no cambiará la normativa
La polémica por el caso del equipo prebenjamín de la UE Gardeny, que fue excluido de la competición por la Federación Catalana de Fútbol por no presentarse a jugar un partido, aplicando estrictamente la normativa, acabó ayer con un acuerdo calificado de “satisfactorio” por ambas partes, por el que el ente federativo se compromete a que de aquí en adelante, en casos similares a este, se revisen y analicen las circunstancias antes de tomar una decisión tan drástica.
Poco antes del acuerdo, el Gardeny, tal como había anunciado, llevó a cabo una manifestación para mostrar su queja desde la plaza Paeria hasta la sede de la delegación territorial de la Catalana. Alrededor de una treintena de personas (de los que una decena eran niños) entre directivos, padres y entrenadores formaron parte de la marcha protesta acompañada en todo momento por agentes de Guardia Urbana y Mossos. Bajo la consigna “Volem jugar” y haciendo uso de silbatos, la comitiva llegó a las puertas de la sede federativa con los ánimos muy caldeados y leyeron un manifiesto exponiendo sus quejas por lo que consideran “una sanción desmesurada”. Algunos padres, muy indignados, lanzaron incluso improperios contra los responsables federativos. “Es una vergüenza jugar con la ilusión de unos niños. Y después habláis de valores...”, decía Emilia Cuenca. El delegado territorial y vicepresidente de la Catalana, Jordi Terés, accedió primero a hablar solo con el presidente del club, Francisco Rodríguez, pero unos minutos después también entraron a la reunión varios directivos del Gardeny. Tras algo más de una hora de conversaciones a puerta cerrada, salían de la reunión los directivos del Gardeny admitiendo que habían quedado “satisfechos” con el acuerdo. La Catalana regaló unos balones al club y a la salida se redactó un comunicado que explicó el secretario del Gardeny, Ángel Castro. “En la reunión ambas partes hemos valorado lo ocurrido y hemos llegado a la conclusión de que no se puede castigar con tanta severidad a un grupo de niños de 7 años, pues a pesar de que la normativa está hecha para evitar supuestos totalmente antideportivos, nuestro caso no era este. Nosotros entendemos la postura de la federación y esta se ha comprometido a revisar estos temas y que lo que nos ha pasado a nosotros no le pase nunca más a otro club de Catalunya por un caso similar”. Castro quiso remarcar, además, que “nosotros no somos un club deportivo cualquiera que se basa en la competitividad, sino que hacemos una obra social”.
Los padres ven “una vergüenza” y totalmente desmesurada la sanción impuesta al equipo
Por su parte, el delegado federativo Jordi Terés explicó que “hemos tenido un diálogo y les hemos mostrado nuestro apoyo pero la normativa es la que es. Les hemos explicado qué pasos deben seguir en estos casos, y que no hicieron, para evitar la exclusión y nos hemos comprometido a revisar en el futuro casos similares a este. Ellos acatan la decisión y ven lógica la normativa, pero piden que en casos excepcionales se puedan arreglar las cosas de otra forma”. La normativa, que se aprobó el pasado año, contempla en las tres últimas jornadas la exclusión por incomparecencia.