La dureza frena la inscripción de la Milla Vertical d'Àreu

La Milla Vertical d’Àreu, que el próximo 9 de junio vivirá su quinta edición desde que cogió el testigo de la Cuita al Sol, teme un descenso de participantes debido a su extrema dureza, su horario y a la gran oferta. La organización varió el año pasado el recorrido, haciéndolo más corto (pasó de 4,2 a 3,6 kilómetros) pero aumentando su desnivel positivo hasta los 1.680 metros, lo que la convierten en una prueba solo apta para los más expertos. “Tiene unas características técnicas que la sitúan como una de las verticales más difíciles y duras”, apuntó su director, Jordi Escolà, quien reconoce que “se nota una cierta tendencia a la baja en cuanto al número de participantes, tanto por la dureza como por la coincidencia con otras carreras”.

En las primeras ediciones la inscripción superaba con creces los 160 corredores, una cifra que ha ido decreciendo. El año pasado apenas se llegaron a los 140 y la próxima cita es toda una incógnita. La coincidencia con la Olla de Núria, que congrega a más de 700 participantes, supone un hándicap añadido, además del horario, ya que, como es tradición, se disputa por la tarde, a las 18.30 horas, con el objetivo de correr más que el sol y alcanzar la cima del Monteixo, situado a 2.905 metros, antes de que te atrape la sombra. Es por ello que la organización está valorando la posibilidad de cambiar su horario y fijarlo por la mañana, como ocurre en la mayoría de verticales.

El joven corredor de Àreu conquistó hace dos semanas el título estatal promesa de verticales

La prueba, cuyo récord está en poder de Kilian Jornet desde 2007, con 59.41, contará con la participación del corredor local Guiu Escolà, de 20 años, que hace un par de semanas se proclamó campeón de España promesa de verticales. La Milla tendrá su variante infantil y será valedera para la Copa Tres Nacions, que incluye a Francia y Andorra.