Nuevo desastre

La selección española se marchó ayer del Mundial de Rusia tras caer en los octavos de final ante la anfitriona en los penaltis (3-4 y con 1-1 en 120 minutos), en un choque en el que fue otra vez incapaz de sacar su mejor versión, ni almenos una notable, para despachar a un rival menor que avanzó gracias a los fallos de Koke y Aspas en los lanzamientos decisivos.

Como en Brasil 2014, en la fase de grupos, y en la Eurocopa 2016, también en octavos, España se marchó sin pena ni gloria, atragantándosele esta vez el lado ‘amable’ del cuadro. Los de Fernando Hierro se encontraron con un gol en propia puesta para ponerse por delante a los 10 minutos, pero nunca lograron sacar a relucir sus virtudes. ‘La Roja’ no ganó confianza ni ritmo tras el gol, con Isco montando la guerra casi en solitario, como en todo el Mundial, y se durmió con un 1-1 ya al descanso. Ni ritmo ni ocasiones, tampoco en el rival, hasta llegar a la lotería de los penaltis que sonrió a Rusia.

En la tanda, anotaron Iniesta y Piqué, en su adiós, y Ramos, pero De Gea no logró parar ningún tiro ruso

Ahí pudo apuntarse el tanto David de Gea, el más criticado de estos 15 días, pero no trajo ese guión el Mundial para España. Koke y después Aspas fallaron sus lanzamientos, para poner fin a una racha de 23 partidos sin perder. Hierro sacó a Iniesta del once, por Asensio, lo más destacado más allá de devolver a Nacho al lateral o a Koke junto a Busquets. Cherchesov sacó una línea de cinco atrás, sacrificó a Cheryshev y dejó el primer tiempo a merced de la voluntad española.

Sobre esa mínima ventaja, conseguida tras un regalo de Ignashevich, quiso recuperar la confianza perdida en la fase de grupos la triple campeona de Europa. Minimizar errores, asegurar pases y encontrar una tranquilidad casi inesperada, solo rota por los destellos de Isco, que no logró conectar con Silva o Asensio. España se empezó a dormir y Rusia superó el vértigo del escenario. Con ‘La Roja’ deambulando sin profundidad, Rusia firmó su primer tiro por medio de Golovin, y antes del descanso encontró petróleo en una mano de Piqué dentro del área. Dzyuba, protagonista del remate en el córner, se encargó de convertir el penalti que devolvía a España a sus fantasmas.

En la reanudación, Rusia volvió al bloque sólido atrás, con la bola en el tejado de España, apostando por la salida a la contra con la entrada de Cheryshev y Smolov. ‘La Roja’ siguió incapaz de inquietar a Akinfeev, sin llegadas hasta una asociación de Costa e Isco tras 15 minutos de segunda mitad. La gasolina comenzó a fallar y, sin claridad de ideas, saltó Iniesta para tratar de enseñar el camino en su adiós de la selección. España no arriesgó pero tampoco tuvo ritmo. La traca final dejó un peligroso tiro de Iniesta y tres córners seguidos, pero no se movió el marcador ni evitó la primera prórroga del Mundial. Un tiempo extra de piernas cansadas, de un rival encerrado, mientras los de Hierro gastaban los minutos en una posesión sin intención ofensiva. Un disparo lejano de Asensio y un remate flojo de Piqué fue lo destacable.

El segundo tiempo dejó un gran disparo de Rodrigo y la opción de Carvajal en el rechace, además del intento de aliarse de nuevo con el VAR en una jugada que Ramos reclamó penalti, pero el destino llamaba a De Gea, irónicamente. No tuvo opción de sacar a España del lío, viendo a Akinfeev deteniendo a Koke y a Aspas. Un final de azar, con el que quizá jugó en exceso ‘La Roja’, para despedirse del Mundial.