Aran gana con el Tour

El Tour de Francia volverá a recorrer en esta edición las carreteras aranesas. Será la tercera vez en los últimos cinco años y, aunque en esta ocasión no habrá salida ni llegada, la ronda gala volverá a generar un importante impacto económico en la Val d’Aran. Veinte de los 22 equipos que compiten en esta nueva edición del Tour pernoctarán en la comarca aranesa la noche del día 24, según confirmó Pau Perdices, gerente del Conselh Generau d’Aran. “También pernoctará personal de la organización y, según nos han comunicado, ocuparán unas 600 habitaciones en hoteles de Baqueira, Garós, Salardú, Betriu, Vielha o Pont d’Arrós. También hay aficionados al ciclismo que vendrán a ver el paso de la carrera y algunos pernoctarán al menos un par de noches”, añade.

El Tour recorre la Val d’Aran por tercera vez en los últimos cinco años. En la edición de 2014 albergó el mismo recorrido que en esta edición, entrando en la provindia de Lleida por Pontaut y siguiendo por Les y Bossòst, antes de inicial la ascensión a Eth Portilhon, uno de los puertos míticos de la ronda gala y que también ha acogido alguna etapa de la Vuelta a España. En 2016 Vielha fue salida de una etapa que acabó en Andorra. Como recuerda Pau Perdices “fue el paso en la edición de 2006, con el final de etapa en el Pla de Beret, cuando Aran se posicionó como escenario para el Tour”.

La organización del Tour lamentó que el retraso en la resolución generara “indecisión y duda”

En el anterior paso por Aran, desde el Conselh Generau d’Aran se calculó que el gasto en alojamientos durante un fin de semana rondaba los 400.000 euros, cifra que se incrementa fácilmente hasta el millón de euros añadiendo el gasto en gastronomía y comercios.

En esta ocasión pasará por Aran la etapa 16, considerada la reina de esta edición, la que discurrirá durante unos 18 kilómetros por las carreteras aranesas. La etapa, de 218 kilómetros, arrancará en la ciudad de Carcassonne y tendrá la llegada en Bagneres de Luchon.

La ronda francesa comienza el sábado en Noirmoutier-en-l’Île, para concluir, después de 201 kilómetros, en Fontenay-le-Comte.

La UCI explicó que su decisión está basada en la información recibida de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que concluía que las muestras de Froome no constituyen un resultado adverso. “Aunque la UCI obviamente prefería que el proceso hubiera finalizado a principios de la temporada, tenía que garantizar que el Sr. Froome tuviera un proceso justo, como lo hubiera hecho con cualquier otro ciclista, y que se emitiera el veredicto correcto”.

El Tour anunció que acepta la participación de Froome, para el que había pedido la exclusión por las sospechas de dopaje. El director del Tour, Christian Prudhomme, criticó que la decisión de la UCI hubiera llegado “en el último momento” y lamentó que este retraso haya traído “indecisión, duda y, por lo tanto, sospecha”. Pidió que se cambien las reglas y que un positivo “entrañe una suspensión provisional” en el acto. “Hemos pedido siempre una respuesta rápida. David Lappartient, presidente de la UCI, dijo en una entrevista que no habría respuesta antes del Tour, por lo que decidimos poner en marcha el artículo por el que se puede vetar la participación de un corredor si puede dañar la imagen de la prueba.

Estoy contento, siempre he sabido que yo no hice nada malo

Chris Froome explicó que “estoy muy contento de que la UCI me haya exonerado. Si bien esta decisión es obviamente un gran asunto para mí y para el equipo, también es un momento importante para el ciclismo”, dijo a través de un comunicado. “Nunca dudé de que el caso sería archivado por la sencilla razón de que siempre he sabido que no hice nada malo”, añadió el tetracampeón del Tour, quien recordó que ha “sufrido asma desde la infancia”. “Sé exactamente cuáles son las reglas con respecto a mi medicamento para el asma y solo uso mi inhalador para controlar mis síntomas dentro de los límites permisibles”, añadió el británico.