DEPORTES
Inglaterra, a cuartos
Una dramática tanda de penaltis, en la que llegó a ir en desventaja, dio anoche a Inglaterra su primera clasificación para los cuartos de final de un Mundial en doce años y envió a Colombia a casa de la forma más cruel posible, después de haber revivido con un gol del barcelonista Yerry Mina en el minuto 94.
Inglaterra, que nunca había ganado una tanda de penaltis en un Mundial, aprovechó los fallos de Mateus Uribe y Carlos Bacca para voltear el resultado cuando peor lo tenía. El sábado, en Samara, le espera Suecia para buscar un puesto en las semifinales.
Kane adelantó a los europeos de penalti y el equipo cafetero igualó en el tiempo añadido
Los penaltis resolvieron un duro encuentro, convertido en una montaña rusa, que tuvo ganado antes de la prórroga la selección de Gareth Southgate y que se prolongó media hora más gracias a Yerri Mina. Desde las alturas, cuando ya estaba todo perdido, el defensa barcelonista ofreció a Colombia otra oportunidad, que finalmente no supo aprovechar.
Con su superioridad en el juego aéreo y una capacidad rematadora que le ha permitido igualar a Paul Breitner como el zaguero más goleador, el defensa barcelonista le dio una segunda vida a su selección, cuando los ingleses ya festejaban que un polémico penalti ejecutado por Harry Kane les granjeaba el pase a cuartos.
Porque hasta ese momento, en el que a la desesperada Colombia buscó el milagro, el equipo de Gareth Southgate era el claro vencedor de un bronco partido, marcado por la ausencia de James Rodríguez. Colombia, con su estrella lesionada en la grada, fue muchos minutos un equipo plano, que sucumbía a una decisión arbitral, sin soluciones para zafarse de la trampa inglesa.
No quiso Pekerman ofrecer espacios para correr a los ingleses y, con Wilmar Barrios por delante de la defensa, pendiente de Raheem Sterling, o incrustado entre los centrales, desactivó el ataque británico.
Sólida en defensa, donde Davinson Sánchez y Yerry Mina impusieron su contundencia por alto, Colombia no tuvo, sin embargo, quien le diera salida, ni pudo buscar el contragolpe. Sin James, con Quintero muy desafortunado y Cuadrado intermitente, Falcao deambulaba aburrido, sin un socio que le asistiese.