DEPORTES
Inglaterra, a semis
La selección de Inglaterra tumbó (0-2) a la de Suecia en el Samara Arena con los goles de Maguire y Dele Alli, ambos de cabeza, y las paradas de Pickford para clasificarse para las semifinales en un Mundial, tras el tercer puesto logrado hace 28 años en Italia 1990. Inglaterra, campeona en 1966, casi siempre candidata a todo y acreedora a nada, ha vuelto, quizá en el momento menos esperado, con un equipo muy joven e inexperto, a la élite del fútbol mundial. Sin practicar un fútbol espectacular, pudo doblegar ayer a la sobria y compacta Suecia. Pasó a las semifinales y desencadenó el delirio en Inglaterra, donde la cerveza fluyó en unos pubs cuyas televisiones repetirán una y mil veces las imágenes de Bobby Moore alzando el trofeo Jules Rimet en Wembley.
El conjunto que dirige Soutghate fue dueño de los primeros 45 minutos. Ocho disparos de los ingleses por solo uno de los suecos, encerrados en el área pequeña aguantando las embestidas del rival. El juego directo y por las bandas, aprovechando la velocidad de Lingard y Sterling, fue el principal arma de los británicos. Kane obligó a los centrales a estar continuamente pendiente de él, impidiendo que los laterales pudiesen sumarse al ataque, pues tenían que cubrir los espacios creados por el goleador del Tottenham. Sin embargo, el gol de Inglaterra llegó, una vez más, a balón parado. Los británicos suman ocho tantos entre córners, faltas y penaltis, de los 11 que han anotado en el Mundial. En el minuto 31, Maguire estableció el 0-1 después de un saque de esquina de Young. De esta forma, el central del Leicester se unió a la lista de defensas goleadores del torneo junto a Yerry Mina, Pepe, Giménez y Varane.
Los ingleses suman ocho tantos entre córners, faltas y penaltis, de los 11 que han marcado en el Mundial
La segunda mitad mostró mucha más igualdad entre ambos conjuntos. Suecia logró responder a los ataques ingleses con la entrada de Guidetti, que ayudó a liberar a Berg y a poner en problemas a Pickford. Mientras, los de Southgate dejaron pasar el tiempo y trataron de aprovechar sus rápidos contraataques para finiquitar el duelo de cuartos. Dele Alli puso el 0-2 tras un gran centro de Lingard desde la derecha. Suecia reaccionó, pero Pickford –que antes del Mundial solo había defendido tres veces, en amistosos, la portería inglesa– le dio la razón a Gareth Southgate, que confió en él, desviando una ocasión muy clara de Claesson. Poco después, Guidetti, delantero del Alavés, le puso un balón de oro a Berg, que sirvió para un nuevo lucimiento del portero del Everton, declarado ‘Hombre del Partido’.
Inglaterra jugó a partir de entonces con el reloj y su ventaja en el marcador. Se limitó a defender y a tocar el balón en el centro del campo ante la pasividad de los centrocampistas suecos. Cinco minutos de añadido no sirvieron para que los de Andersson reaccionasen y los aficionados ingleses celebraron, a ritmo del ‘God Save the Queen’ y la música de ‘The Lightening Seeds’, un pase a semifinales de un Mundial 28 años después del último conseguido en Italia 1990, donde cayeron en la tanda de penaltis frente a Alemania Federal.
Robert Martínez, contra la historia de los Mundiales El leridano Robert Martínez está reescribiendo la historia del fútbol belga y está en disposición de añadir un nuevo capítulo a la de los seleccionadores extranjeros en el Mundial, en la que solo dos han conseguido alcanzar la final y ninguno ha logrado el título. El técnico de Balaguer puede unir su nombre a los del inglés George Raynor, finalista con Suecia en 1952, y el austríaco Ernst Happel, que disputó la final del Mundial de Argentina 1978 con la selección holandesa.