El socio pide explicaciones

La noticia con la que abría ayer su portada SEGRE, en la que se informaba del embargo preventivo al Lleida Esportiu decretado por Hacienda por impagos de casi un millón de euros, fue acogida por la gran mayoría de abonados y aficionados del club con sorpresa, decepción e indignación y piden explicaciones a los dirigentes. Aunque hubo quien apuntó que podría tratarse de una represalia por el supuesto posicionamiento político del club o incluso se especuló que podría tener relación con la pugna con el Força Lleida (ante los anuncios mutuos de comprar un club al otro), la mayoría de los que se expresaron a través de las redes sociales quieren que el club les dé explicaciones. Desde la entidad no hubo ninguna reacción oficial ayer ni comunicado alguno acerca del tema, pese a que esta situación provoca una paralización ya que no puede efectuar ningún pago. En la edición de ayer, junto a la noticia, el presidente Albert Esteve señalaba a este diario que no les había llegado ningún requerimiento, pese a que el acuerdo de adopción de medidas cautelares tiene fecha del 2 de julio y la Técnica Jefa del Grupo Regional de Recaudación firma el documento a fecha de 12 de julio.

Cabe recordar que se trata de un embargo preventivo, lo que equivale a decir que se está discutiendo una supuesta deuda tributaria y, para evitar futuras insolvencias, Hacienda toma la decisión de embargar por una deuda de 928.242,60 euros y así lo comunica a las empresas que colaboran con el club con aportaciones económicas.

“Somos ambiciosos e intentaremos luchar por todo, pero somos muchos los equipos que optamos”

Hacienda da un plazo de diez días a estas empresas, a contar a partir de la recepción de la notificación del embargo, para que presenten toda la documentación y los importes y vencimientos que deben pagar. Y en el caso de que ya no tengan pagos pendientes al club, también deben comunicarlo al fisco.

Este embargo preventivo de ingresos que sufre el Lleida también afecta a sus dos mayores benefactores, Paeria y Diputación, que ante la deuda con Hacienda tampoco pueden entregar sus aportaciones al club, que son de 180.000 y 110.000 euros anuales, respectivamente.

Lleida

El centrocampista Marc Martínez vivió ayer su segunda presentación como jugador del Lleida Esportiu. En su anterior etapa, en la temporada 2015-16, la plantilla estuvo varios meses sin cobrar, hubo tensión entre jugadores y directiva y, pese a todos los problemas extradeportivos, el equipo se quedó a un paso de ascender. De ahí que Marc Martínez prefiera olvidar los malos recuerdos como manifestó ayer. “Estoy contento porque al final sé lo que viví aquí, las sensaciones y la estabilidad emocional que tuve. Así que vuelvo con muchas ganas y esperando que las cosas vayan bien”, señaló. Sobre las críticas que lanzó entonces al club dijo: “Estas cosas pueden pasar y más en una categoría como esta en la que hay muy poca estabilidad. Al final, esto es como una empresa que tiene un bache y en aquel momento sí que es verdad que todos salimos escaldados, pero a nivel deportivo fue espectacular la temporada que hicimos y cómo me sentí de bien tratado por la afición. Cuando pasa el tiempo te quedas con las cosas buenas y dejas atrás lo malo. Lo que pasó fue una excepción”.

Al preguntarle sobre el objetivo de esta temporada fue cauto. “Por supuesto que somos ambiciosos e intentaremos luchar por todo, pero no nos tenemos que marcar un objetivo. Llevo muchas temporadas en Segunda B y hablar es muy bonito pero, al final, somos muchos los equipos que optamos por el mismo objetivo. Ahora tenemos que centrarnos en acabar de confeccionar la plantilla, ver cómo nos relacionamos jugadores y entrenador, entrenar fuerte y luego partido a partido ya nos lo iremos encontrando”, concluyó.