DEPORTES
Segundo triunfo del francés Alaphilippe
El francés Julian Alaphilippe (Quick-Step Floors) se impuso ayer en la decimosexta etapa del Tour de Francia, disputada entre Carcassonne y Bagnères-de-Luchon sobre 218 kilómetros, sobreviviendo a otra larga y nutrida escapada y logrando su segunda victoria parcial además de reservarse el maillot de líder de la montaña.
Alaphilippe, vencedor ya en Le Grand-Bornand en la décima etapa, y segundo en Mende en la decimocuarta, sigue con su gran Tour anotándose una segunda etapa con una exhibición de fuerza en la subida al Col du Portilhon (1ª) y haciéndose además, de manera virtual, con el maillot de topos rojos.
Espectaculares caídas de Yates y Gilbert, aunque ambos ciclistas pudieron seguir en carrera
Ganó el galo, pero a ello contribuyó la caída de Adam Yates (Mitchelton-Scott) cuando lideraba la carrera. Tras coronar con unos 17 segundos de margen el Portilhon, el británico se fue al suelo en una curva de izquierdas, perdiendo el control de la rueda delantera, y Alaphilippe le pasó como una moto sabedor de que la etapa era suya.
Antes, en una escapada formada por hasta 44 ciclistas por delante del gran pelotón de los favoritos, hubo varios protagonistas. El primero, un Philippe Gilbert (Quick-Step Floors) que se cayó al negociar mal una curva y se salió de la carretera por encima de un pequeño muro de piedra. El belga pudo, no obstante, seguir en carrera aunque se quedó rezagado respecto al grupo al que precedía en el descenso del Col de Portet-d’Aspet, y siendo asistido médicamente en marcha.
También aportaron algo de emoción el veterano Robert Gesink (LottoNL-Jumbo) o Domenico Pozzovivo (Bahrain-Merida), que atacaron en el Col du Portilhon (1ª, con 8,3 kilómetros al 7,1% de pendiente media) pensando en ese triunfo de etapa que Alaphilippe tenía reservado y que se adjudicó sacándoles ventaja en las últimas rampas. Por detrás, en el pelotón de los candidatos al triunfo final, hubo pocos ataques. Tímidos fueron los de Jakob Fuglsang (Astana) o Ilnur Zakarin (Katusha); de más renombre fue el de Mikel Landa (Movistar Team), subiendo y de nuevo en la bajada del Portilhon, que estiró al grupo y llegó a cortarlo, pero finalmente llegaron juntos a meta a casi 9 minutos.
De nada sirvió que el Movistar Team tuviera al catalán Marc Soler y al costarricense Andrey Amador por delante, en una escapada en la que únicamente el Team Sky no metió a nadie. No hubo ataques, solo ese cambio de ritmo de Landa que hizo sufrir a algún hombre de la general, pero solo para recortar unos escasos metros.