CICLISMO TOUR DE FRANCIA
Triunfo de Quintana y Thomas es aún más líder
Nairo Quintana ganó ayer la decimoséptima etapa del Tour, disputada entre Bagnères-de-Luchon y Saint-Lary-Soulan sobre 65 kilómetros, para no irse con mal sabor de boca de la ronda que domina un Geraint Thomas que agrandó su liderato, sacando tiempo a su compañero Chris Froome, que cedió el segundo puesto de la general en favor de Dumoulin.
Quintana atacó al pie del último de los tres grandes puertos de una explosiva etapa y aprovechó el margen del Sky para ir superando a los fugados y, ya en cabeza con la ayuda de Alejandro Valverde, tiró en solitario.
La novedosa parrilla no tuvo ningún efecto, ya que los ciclistas se juntaron una vez iniciada la etapa
Por detrás, Thomas respondió a todos los ataques y Froome acabó cediendo para poner más en duda su liderazgo en el Sky.
El Movistar tiene otro frente abierto, el podio de Quintana. El colombiano puede aprovechar el triunfo de etapa para cobrar fuerzas e ir a por ese podio, ya que es quinto a 59 segundos de Froome, con Roglic de por medio. A menos de 15 kilómetros para la cima, casi iniciando el último puerto del Col du Portet, Quintana decidió mover la prueba, sabiendo que tenía por delante a un Valverde que le podía ayudar, y con el triunfo de etapa en mente dejó atrás cualquier tipo de compañía, como la de Rafal Majka y Daniel Martin, que no tuvieron las piernas del colombiano.
Y eso que empezó con problemas. En la subida a Peyragudes pinchó, a dos kilómetros de la cima. Después de aceptar la rueda de su compañero Amador, volvió a parar poco después y precisó de la ayuda de Erviti para volver al pelotón, que no iba rápido y al que pudo reengancharse. No hubo ataques en ese primer puerto, tampoco en el segundo del Col de Val Louron-Azet, pero los ‘gallos’ sí se movieron en la última ascensión, que dejó a Thomas muy reforzado, con una última etapa en los Pirineos, y la ‘crono’ escarpada del sábado.
En cuanto a la salida de ayer, la ‘parrilla’ no funcionó. Se había hablado mucho de esa novedosa salida, con los diez primeros por delante y el resto por grupos en función de la general. Pero en escasos metros estaban reunidos y con el mismo orden que si la etapa hubiera comenzado como el resto de días.
Mientras, Chris Froome se fue al suelo tras la etapa cuando bajaba el Col du Portet al ser confundido con un aficionado, ya que un gendarme que le cerraba el paso no le reconoció.