Travé, campeón europeo

El leridano Miquel Travé añadió ayer otra medalla a su ya extenso palmarés con solo 18 años. Si hace menos de un mes conquistaba en Ivrea (Italia) el título de campeón del mundo júnior de C1, ayer volvía a subirse a lo más alto del podio en el Europeo de Brastislava, esta vez en K1, que no es su especialidad.

El urgelense, que hace un año se había proclamado subcampeón mundial de canoa en el mismo canal eslovaco, no dio opción en la final de kayak. El palista del Cadí, que había accedido a la final con el décimo mejor tiempo de los quince semifinalistas, encabezados por el también urgelense Pau Etxaniz, firmó una bajada impoluta. Fue el sexto en salir y su registro de 85.70 fue inalcanzable para sus rivales, siendo el único en bajar de los 86 segundos. Los checos Tomas Zima, que se quedó a 79 décimas, y Jan Barta, a poco más de un segundo (1.05), se hicieron respectivamente con la plata y el bronce. Etxaniz, por su parte, que había marcado el mejor tiempo en las semifinales, también completó un descenso sin errores, pero su tiempo de 87.73 le privó, por solo un segundo, de colgarse el bronce.

“Estoy contento por una medalla inesperada. Estoy sin palabras, es algo increíble”, señaló Travé

Travé se mostró “contento” por haber alcanzado un título “inesperado”, con lo que le “llena de orgullo” haberlo logrado en kayac, modalidad que no practica tanto como la canoa, en la que es el vigente campeón mundial. “Es un esfuerzo muy grande, no lo esperaba y estoy sin palabras”, admitió el leridano, que agregó que conseguir el oro en K1 en su última competición júnior es “algo increíble”. El palista del Cadí buscará hoy el doblete en canoa, donde también estará Pau Etxaniz.

En la jornada de ayer, la también urgelense Annebel van der Knijff no pudo clasificarse para la final de canoa sub-23. Sí estuvo su compañera de club, la andorrana Mònica Dòria, que acabó novena. El otro nombre destacado ayer de la selección española que dirige el leridano Guillermo Díez-Canedo fue David Llorente. El segoviano cumplió las expectativas y se alzó con el título de campeón de Europa sub-23 de K1, por delante del eslovaco Jakub Grigar y del alemán Lukas Stahl.