Otro empate más

El Lleida sigue invicto después de las primeras seis jornadas de Liga –dos victorias y cuatro empates– tras empatar (1-1) en el tramo final del partido en la Ciudad Deportiva del Levante, con un gol de oportunismo de Pedro Martín. Esa es la lectura positiva. La negativa hay que buscarla en el hecho de que el equipo sumó su tercer encuentro consecutivo sin conocer la victoria, encadenando tres empates que pueden alejarle, según cuales sean los resultados de la jornada, de la zona de play off. No obstante, la satisfacción por el empate se vio empañado por el fuerte golpe que sufrió Pau Torres en la cabeza en la última jugada del partido, que tras ser atendido en el mismo césped obligó su traslado en ambulancia a un centro hospitalario de Valencia, aunque horas después recibió el alta y pudo regresar a Lleida con el resto del equipo.

Gerard Albadalejo planteó el partido con tres centrales (Tano, César Soriano y Trilles) y con dos carrileros muy avanzados como Leto y Oriol. Además salió con dos puntas natos como son Pedro Martín y Juanto Ortuño. Sin embargo, pese a tener más el balón y jugarlo con más criterio, el Lleida volvió a adolecer de una preocupante falta de definición. Oriol (5’) remató fuera una gran asistencia de Pedro Martín y Cano (29’) otra de Juanto. El Levante solo se acercó a Pau Torres en un remate de Viana (6’), al que respondió el meta leridano con una buena parada.

Sin embargo, quien consiguió estrenar el marcador fue el equipo local. Trilles cometió una falta en el centro del campo leridano. Manzanera sacó en corto y Arturo, encontrando pasillo, mandó el balón a la escuadra (35’). Un golazo. Intentó reaccionar el Lleida y de hecho logró el empate con un buen cabezazo de Juanto en el añadido del primer tiempo, pero el árbitro invalidó la jugada a instancias de su juez de línea.

En el segundo tiempo, el Lleida pasó al 4-4-2 con la entrada de Alpha y Artiles para acabar jugando con un 4-3-3, con el canterano en punta, pero el gol no acababa de llegar, ni las ocasiones tampoco, ante un Levante que ya pensaba más en defender que en atacar.

Oriol mandó a las manos de Cárdenas una falta directa (59’)y Almagro (75’) obligó a lucirse al meta local, pero el empate no llegaba. Pero al final, de tanto insistir, aunque con pocos remates, llegó. Pau Torres sacó en largo hacia Tano, colocado en la frontal del área. Este peinó la pelota hacia el interior y Pedro Martín, tras un buen control, y colándose entre los dos centrales envió el balón a la red.

Lo malo es que solo quedaban tres minutos para el final, además de los tres que decretó el árbitro. El Lleida ya no volvió a tener más opciones y, curiosamente, quien sí las tuvo fue el Levante en el segundo minuto del añadido. Un primer remate de Viana de cerca, fue despejado en corto por Pau Torres y el rechace fue recogido por Pascual, que tiro desde aún más cerca para que volviera a lucirse el portero leridano, que acabó chocando con el jugador valenciano, recibiendo un fuerte golpe en la cabeza. Fue atendido en el césped y pudo acabar el partido, pero nada más sonar el silbato del árbitro, volvió a tumbarse al sentir mareos.