Se busca patrocinador

‘Si te doy a ti, otros clubes también vendrán a pedirme dinero’ o ‘¿Qué ventajas tendré si te patrocino?’. Estas son algunas de las respuestas, a modo de excusa, que reciben los directivos de los clubes cuando llaman a la puerta de las grandes empresas buscando un patrocinio con el que cuadrar el balance a final de temporada. Las grandes firmas de la provincia siguen siendo reacias a apostar fuerte por el deporte y las que lo hacen, que son pocas, prefieren notoriedad a territorialidad, como es el caso de Sorigué, cuyo nombre figura desde la pasada campaña en las camisetas del Nàstic de Tarragona de Segunda división, o Serveto, que desde hace varias temporadas es uno de los patrocinadores de las secciones del FC Barcelona, igual que años atrás lo fue Borges.

Este déficit obliga a los clubes a buscar alternativas, algunas imaginativas. El caso más claro es el del Llista Blava, que pese a ser el campeón de la Copa CERS (el primer título europeo de su historia) y actual líder de la OK Liga, sigue sin un patrocinador principal después de que ICG Software decidiera poner fin a seis años de relación. De momento ha compensado parte del patrocinio gracias a una iniciativa impulsada por un grupo de empresarios que aportarán cada uno 2.000 euros, con el fin de llegar a la treintena y cubrir los 60.000 euros que le faltan al club. “Pensaba que sería más fácil encontrar espónsor después de la temporada que habíamos hecho, pero se ha visto que no. Es increíble”, lamenta el presidente listado, Enric Duch, que cree que las grandes empresas “no tienen la mentalidad de hacer un retorno de lo que ganan al territorio, ya sea en actos culturales o deportivos”.

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En la misma tesitura se encuentra otro de los grandes clubes de la provincia, el Força Lleida, que durante varias temporadas es el que más espectadores de media ha tenido en los partidos. Aun así, sigue sin encontrar una empresa que supla a Actel Grup, que la pasada campaña también acabó con una vinculación de cuatro años, y debe suplir la fata de esta figura con aportaciones de un mayor número de firmas comerciales. “Las empresas tienen que apoyar al territorio porque de lo contrario no se puede avanzar”, señala su presidente, Félix González, quien espera un cambio de inercia gracias a la televisión, dado que Esport3 ofrecerá esta temporada muchos partidos del Força Lleida en directo. Otros clubes, en cambio, tienen la suerte de contar con empresas fieles, como es el caso de Cadí, que desde el 2001 patrocina al Sedis. “Sin ellos no tendríamos baloncesto de élite”, asegura su presidente, Pere Porta.

Por otro lado, las empresas que deciden patrocinar lo hacen, en su mayoría, por compromiso o amistad. “Muchas empresas te ayudan porque te conocen o porque se sienten obligadas sentimentalmente porque son de la zona, y te encuentras con que algunas te patrocinan pero no quieren ninguna publicidad para que no les venga otro club a pedirles apoyo”, comenta el presidente de uno de los clubes leridanos de categoría estatal.

Los clubes reclaman una ley de mecenazgo como solución Una de las propuestas en la que todos los clubes leridanos coinciden para solucionar la falta de aportaciones de las grandes empresas es la creación de una ley de mecenazgo como en Italia o Portugal, donde las firmas comerciales pueden desgravarse una parte importante de sus patrocinios. “Si las empresas tuvieran un retorno económico serían más fáciles de convencer. Debería aprobarse de una vez por todas para que las aportaciones de las empresas tuvieran el mismo tratamiento como si fuera un donativo a una fundación o federación deportiva”, apunta Félix González.