Desbancados

Fue bonito mientras duró, que fue hasta el minuto 32. Hasta entonces el Força Lleida tenía el pie en el cuello del Bilbao, pero le dejó malherido y acabó pagándolo muy caro. Un parcial de 3-21 en el último asalto permitió a los de Àlex Mumbrú remontar los 11 tantos que tenía de desventaja, llevarse la victoria (70-75) y, de paso, desbancar a los leridanos del liderato.

El partido no tuvo el arranque del de hace poco más de una semana ante el Palma, más que nada porque el Bilbao entró bastante más enchufado y, quizás, con la lección aprendida. Al Força Lleida le costó imponer su juego, de hecho, no lo logró en todo el primer cuarto, en el que estuvo a merced de un rival muy certero desde el perímetro. Tras un primer intercambio de golpes, que mantuvo el marcador igualado (4-4), empezó el festival de Brown. El estadounidense encadenó tres triples que provocaron las primeras ventajas significativas (6-13). Por suerte para los de negro, Kyei también irrumpió y con diez puntos consecutivos (anotó 12 de los 14 tantos de su equipo en este primer asalto) minimizó los daños al final del cuarto (14-19).

El equipo gozó en dos ocasiones de claras ventajas, de 12 y 11 puntos, que no supo aprovechar

En el arranque del segundo periodo las cosas no fueron a mejor, más bien al contrario. El Lleida seguía sin encontrar su sitio. Atrás flaqueaba, especialmente por la falta de músculo con la baja de Fall y la necesidad de jugar con Stutz de ‘5’ y Feliu y el joven Oliva en ocasiones de ‘4’. Pero es que en ataque estaba ofuscado y no encontraba cómodas situaciones, en parte por la buena defensa del rival. La alarma saltó cuando los de Àlex Mumbrú alcanzaron los diez puntos de renta en dos ocasiones (16-26, tras un triple del incombustible Javi Salgado, y 18-28, después de dos tiros libres de Brown).

A partir de ahí la imagen del Força Lleida dio un vuelco total. Apretó más en defensa, presionó más arriba y al Bilbao se le empezaron a fundir los plomos. Sierra, con varios robos de balón y algún rebote ofensivo, dio aire a los suyos cuando peor lo pasaban, y fue clave para la remontada. Como también lo fue el regreso a pista de Turner. Nada más pisar el parquet, el estadounidense completó una gran penetración que significaba el 9-0 de parcial (27-28). También se sumó a la fiesta Djuran, hasta entonces muy apagado, que con un triple puso por primera vez por delante a los suyos (30-28). Pero no acabó ahí el festival ofensivo de los leridanos, ya que Turner, con otra penetración y un triple completó un parcial de 16-0 que dio la máxima ventaja hasta ese momento, siete puntos (35-28), reducidos a cuatro tras un triple de Sinica al filo del descanso.

El Lleida, como hizo ante el Prat, fue de menos a más y supo levantar una situación complicada ante un rival de mucha entidad y oficio. Tras el paso por los vestuarios, el Força Lleida mantuvo su nivel, demostrando que aprende de sus errores respecto al duelo de hace cinco días en el Joan Busquets. Los de negro no aflojaron y exhibieron todas sus dotes ofensivas para bailar al Bilbao, que en apenas tres minutos y medio se encontró doce puntos abajo (49-37), después de sendos triples de Djuran y un 2+1 de Turner después de una antideportiva de Schreiner, que cogió al estadounidense del pantalón cuando este encaraba la canasta.

Parecía que los vascos iban a notar el golpe, pero nada más lejos de la realidad. Liderados por Salgado, que anotó un triple desde más de siete metros para situar la desventaja en cinco puntos al acabar el tercer cuarto (55-50), el Bilbao fue comiéndole terreno a los leridanos hasta darle la vuelta al marcador. Antes de esto, los de Jorge Serna llegaron a recuperar los once puntos de ventaja nada más iniciarse el último asalto (61-50) con Stutz de referente. Pero se le apagaron las luces al Força Lleida. A partir de ahí, los de negro encadenaron tres minutos sin anotar, tiempo en el que el Bilbao le endosó un parcial de 0-9 para reducir la desventaja a solo dos puntos (61-59). Un triple de Djuran pareció romper la sequía, pero los leridanos habían entrado en trance y nada les salía a derechas. Otro parcial, ahora de 0-12, que completaba un global de 3-21, elevó la desventaja a siete tantos (64-71) a un minuto del final.

La victoria parecía una quimerea, pero el equipo no se rindió y siguió peleando. Otro triple de Djuran y tres tiros libres de Stutz dieron esperanzas (70-71), pero Salgado y Lammers acabaron con ella desde la línea de personal.