HOCKEY CAMPEONATO DE EUROPA
España volverá a Portugal para jugar solo 2 minutos
La selección española femenina de hockey sobre patines, de la que forma parte la jugadora del Vila-sana Anna Ferrer, deberá regresar a la localidad portuguesa de Mealhada para disputar el tiempo que faltaba para concluir la final del Campeonato de Europa, suspendida a falta de 1 minuto y 45 segundos para el final, por los efectos del huracán Leslie. España, a la que bastaba el empate para conquistar su quinto Europeo consecutivo, ganaba por 2-3 cuando el huracán provocó un apagón y destrozos en el techo y en las ventanas del pabellón, provocando el pánico entre jugadoras y espectadores.
La Confederación Europea de Patinaje, que preside el portugués Fernando Claro, comunicó ayer a ambas federaciones la decisión de que debe jugarse el tiempo que falta. La nota de la Federación Española de Patinaje destaca que al tratarse de una suspensión “por causa mayor”, el tiempo que faltaba se tenía que haber jugado al día siguiente, pero “los daños ocurridos en el pabellón de Mealhada impedían su utilización” y, además, la selección española tenía el vuelo de regreso programado para las 9.00.
La nota añade que la WS Europe Rink-Hockey ha preguntado a ambas federaciones si están o no disponibles para regresar a jugar el tiempo que resta y que, en caso afirmativo, decidan la fecha. Si alguna de las dos no acepta jugar, advierte que el título de campeón europeo femenino del 2018 “no será asignado”.
Anna Ferrer admitió que no le gustaba la decisión, aunque entendía que es lógico que el campeón se proclame sobre la pista. “Me hubiera gustado no tener que volver, porque este fin de semana empieza la OK Liga y nos gustaría estar ya centradas en esta competición. Pero entiendo que el partido tenga que acabarse. Así podremos celebrar el título sobre la pista”, explicó.
El huracán provocó destrozos en el techo del pabellón, llegando a caer trozos sobre la pista, así como la rotura de los cristales de las ventajas. Los dos equipos se refugiaron en los vestuarios y no pudieron abandonar el pabellón hasta más de dos horas después, por el riesgo que había para la integridad física de las personas.