Más árbitras que nunca

El constante incremento de la presencia de la mujer en el mundo del fútbol es algo imparable. Más jugadoras, más equipos y también más arbitras. El Comité Técnico de Árbitros (CTA) de Lleida cuenta este año con ocho colegiadas, todo un récord histórico. “Hemos pasado en un año de 3 a 8, algo insólito”, explica Xavi Pérez, delegado del CTA de Lleida. A las tres que había la pasada temporada, Alba Jové –la más experimentada, que afronta su sexta temporada–, Glòria Pelegrí e Iria Pujol, se han sumado cinco jóvenes que comparten su actividad como futbolistas con la de árbitras: Marta Saez, Àlex Taberner, Cristina Tortella, Rebeca Peinado y Maria Sánchez. Pérez atribuye este salto cuantitativo a que “hemos hecho campañas en los clubes y a través de las redes sociales y también ha ayudado mucho la campaña Orgullosa que ha hecho la Federación Catalana”.

“Ya había hecho de árbitra hace un tiempo y al principio lo hice por el dinero, pero me gustó y ahora he vuelto porque me gusta y lo puedo compaginar con ser futbolista”, explica Rebeca, quien admite que “antes era de las que me metía con el árbitro en el campo. Ahora ya no, claro”, añade.

“Hay sitios en que cuando llegas y ven que arbitra una mujer, te miran como a una extraterrestre”

Aunque cada vez es más habitual ver a una mujer arbitrando un partido, admiten que aún llama la atención. “Llegas a un campo y ya desde el vestuario escuchas comentarios fuera de tono”, explica Alba. “¡Y lo dicen algunas madres! Hay sitios que te miran como a una extraterrestre”, añade Glòria. Son situaciones que ocurren porque “no se ponen en la piel del otro”, señala Iria.

Las recién llegadas han empezado a arbitrar en las categorías de menos edad. “Los niños no dicen nada, solo quieren jugar. Lo peor te llega desde fuera del campo, son los padres los que dicen cosas”, añade Rebeca. Alba, desde su experiencia, añade que prácticamente nunca ha tenido problemas con los jugadores: “Un partido se calienta siempre desde el público”.

Reconocen, no obstante, que el comportamiento está cambiando. Iria constata que “antes se escuchaban más comentarios que ahora”, lo que corrobora Glòria: “En general se comportan bien. A veces sale alguien haciendo algún comentario ofensivo, pero es el propio público el que se lo recrimina y normalmente acaba marchándose”.

Alba e Iria, que ya han sido asistentes en partidos de la Primera división femenina, destacan que eso es otro mundo. “La diferencia es muy diferente. Se nos trata como a profesionales, empezando por el viaje. No te tienes que preocupar de nada. Te envían los billetes de avión o de tren y te reservan los hoteles”. Alba también lo ve como “una competición diferente. Porque si hay una plaza de ascenso a la que aspiramos cinco, también estas compitiendo”.

“El objetivo es que alguna llegue a Primera división” Xavi Pérez, delegado del Comité Técnico de Árbitros de Lleida (CTA) y Sinué García, responsable del arbitraje femenino del Comité, tienen como objetivo que la Liga Iberdrola, la máxima categoría del fútbol femenino estatal, tenga a una árbitra leridana, de la misma manera que la Primera masculina cuenta con Xavier Estrada Fernández. “Nuestro reto es que alguna de estas árbitras llegue a Primera. Alba estuvo en la pasada preselección, pero no la superó”, explica Xavi Pérez, quien destaca la nueva figura del Comité, la del responsable del arbitraje femenino, Sinué García. “No es fácil entre 130 árbitros detectar un talento como en su día ocurrió con Estrada. Por eso hemos nombrado a una persona para que esté pendiente de ellas”. “Mi trabajo es asesorarlas y siempre que pueda, acompañarlas a los partidos”, dice García.