Acaban pidiendo la hora

Al Lleida Llista le tocó ayer sufrir de lo lindo para sumar su cuarta victoria (6-5) ante un Girona que nunca se dio por vencido y al que no logró rematar cuando tuvo ocasión, llegándose a un final de infarto. El triunfo deja a los de Albert Folguera invictos y segundos en solitario de la OK Liga, gracias al empate del Reus.

El Llista comenzó en plan dominador, controlando el juego y poniendo cerco constantemente a la portería defendida por Llaverola, que no tardó en sacar la primera bola del interior de su portería. Después de un par de avisos, Andreu Tomàs se internó por la derecha y sirvió para que Bruno Di Benedetto desviara la bola con el stik sorprendiendo al meta gerundense y haciendo subir el 1-0 en el marcador. El dominio leridano se hizo más abrumador si cabe. El capitán listado y Roberto Di Benedetto pusieron a prueba a Llaverala en dos acciones consecutivas y ambos protagonizaron otra gran ocasión. Robo del francés a media pista, que cede a Andreu y solo ante el portero no acierta a marcar.

Tal era el dominio local que el técnico del Girona tuvo que pedir tiempo muerto a los seis minutos, pero el juego de los suyos no mejoró. El Llista estuvo cerca de marcar el segundo, pero la falta lejana lanzada por Andreu Tomàs impactó en el palo. Segundos después, Oruste no desaprovecharía la ocasión y establecía el 2-0 que hacía justicia al juego de unos y otros.

La ventaja relajó a los listados y activó a los gerundenses, que empezaron a llegar con peligro. Lluís Tomàs, hasta entonces prácticamente inédito, tuvo que intervenir en un par de acciones, pero no pudo impedir el 1-2 en un tiro desde su izquierda de Palazón. Tocaba ponerse de nuevo el mono de trabajo y el Llista no tardó en volver a tomar el mando. Oruste, en el 18, estuvo cerca del tercero, pero levantó demasiado la bola. Un minuto después sí aprovechó un pase de Candanedo para batir a Llaverola y poner el 3-1 con el que se llegó al descanso.

En la reanudación, el Llista volvió a salir arrollador y Llaverola se erigió en el gran protagonista. Y cuando no era el meta gerundense era el larguero el que evitaba el tanto leridano, como en una combinación entre Andreu y Roberto, con disparo final del galo. Pero del 4-1 se pasó al 3-2 en un despiste defensivo. El Llista no pasaba apuros, pero tampoco terminaba de cerrar el partido. Andreu daba de nuevo aire anotando el cuarto (m.37) y Oruste, después de que Roberto errara una falta directa por la exclusión de Palazón, ponía, también de falta directa, el 5-2 que parecía sentenciar. Pero ni con esas se hundió el Girona, que devolvía cada golpe que recibía. El 6-3 anotado por Cañellas tampoco afectó a los gerundenses, que pusieron el miedo en el cuerpo con dos goles en tres minutos (6-5). El Lleida Llista acabó pidiendo la hora en un final polémico pero que hizo justicia a los méritos de unos y otros.

“Nos ha faltado rematar el partido cuando hemos tenido ocasión” El técnico listado, Albert Folguera, que acabó el encuentro afónico, reconoció que “nos ha faltado rematar el partido cuando hemos tenido oportunidad. Jugábamos ante un gran equipo y cuando no hemos cerrado el partido en la segunda parte, teniendo ocasiones suficientes, ellos han marcado un gol y se han crecido. Si queremos ser un equipo grande esto es una cosa a mejorar”. No obstante, Folguera reconoció que la victoria “es del todo merecida, por mucho que digan. Seguimos invictos y esto es lo importante”.