Imbatibilidad rota

La imbatibilidad del Lleida en la Liga 2018-19 ya es un dato estadístico más. Se ha quedado en nueve jornadas, después de que el equipo perdiera ayer en el Camp d’Esports ante el Hércules por 0-1. La derrota, además, priva al equipo de Gerard Albadalejo de encaramarse al liderato, ya que el Hércules llegó a Lleida con dos puntos más que el cuadro azul, distancia que ahora se va a los 5 puntos.

Se enfrentaban ayer un equipo que no había perdido en casa, el Lleida –de hecho no había perdido ni en casa ni fuera–, con otro que no conocía la derrota en sus desplazamientos, ya que el Hércules sumaba tres victorias y un empate fuera de casa. Ahora ya son cuatro victorias. Como en la película de Russell Mulcahy, Highlander, traducida para sus pases en el Estado español como “Los inmortales”, solo podía quedar uno, en este cado presumiendo de ese dato. Solo el empate hubiera permitido mantenerlo a ambos.

Pero no hubo empate y solo quedó el Hércules. El Lleida cayó víctima de un gravísimo error defensivo y, aunque tuvo fútbol y ocasiones como para mecerer un mejor resultado, le privó de ello su falta de pegada. El técnico, Gerard Albadalejo, presumía de tener un “caballo de carreras” en el vestuario, pero este caballo todavía no demuestra ser ganador.

El Lleida sabía que la victoria pasaba por adelantarse en el marcador y suyas fueron las primeras llegadas, sobre todo un remate de Mousa en el minuto 5 que salió alto. Pero el Hércules, con menos posesión, sí que tenía más llegada y más peligro. Carlos Martínez puso a prueba a Pau Torres en el minuto 9 y en el 23, mientras que Chechu Flores, el más peligroso de los alicantinos, lo hacía en el 18, con un gran remate que el meta del Lleida rechazó como pudo.

El partido era de ida y vuelta, con llegadas a las dos área, pero de los seis remates que probó el Lleida en esta primera parte, cinco fueron desviados y el primero bien dirigido, obra de Juanto Ortuño, no llegó hasta el minuto 42. Un aspirante al ascenso debe dar mucho más.

Parecía que el partido se iba a ir al descanso con el marcador inamovible, pero entonces llegó un incomprensible error que acabaría siendo la condena del Lleida. Un córner muy mal defendido permitió a Álvaro marcar el 0-1 tras conectar un cabezazo, totalmente solo, ante el que nada pudo hacer Pau Torres. Si los partidos los deciden los pequeños detalles, la derrota del Lleida la decidió ayer un detalle de gran magnitud. Un error garrafal que supuso para el Lleida una cara factura, la de su primera derrota en la Liga.

En la segunda parte el Lleida salió a por el empate y suyo fue el control del partido y la posesión del balón. Pero no tuvo excesiva llegada y mucho menos pegada. Dos remates bien dirigidos y dos desviados, frente a un rival que se defendió ordenadamente y que solo tuvo una única ocasión, ya en el tiempo añadido, pero que pudo significar el 0-2. Chechu Flores, ya en el minuto 91, se plantó ante Pau Torres tras una rápida contra y remató muy desviado, cuando el gol ya parecía inevitable. El Lleida quiere el play off y el ascenso, pero aún muestra demasiadas debilidades.