LO MEJORLO PEOR
No levantan cabeza
El Balaguer salió del Parc del Garraf con las manos vacías alargando la racha negativa de resultados. Los hombres de Jordi Belló hicieron un partido serio pero insuficiente para volver a Lleida puntuando, y ya son cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria. Empezó el encuentro con un Vilanova mejor situado en el terreno de juego, imponiendo el control sobre el juego y las primeras aproximaciones se producían en el área visitante, sin intimidar a Alfred.
En el ecuador del primer tiempo, el Balaguer reaccionó y minimizó el juego local afianzando un buen fútbol traducido en ocasiones de gol. Una de ellas habría podido significar el 0-1 antes de llegar al descanso, pero el marcador no se movió y el 0-0 hizo justicia.
En la reanudación, el guión fue el mismo que el de la primera parte, sin un dominador claro del balón pero con llegadas a ambas áreas. El cuadro visitante pudo avanzarse tras una ocasión manifiesta de gol, pero la efectividad no acompañó a los de La Noguera. El buen hacer ofensivo del Balaguer intimidaba a los locales, pero sería solo un espejismo ya que tras un error defensivo, Vall no perdonaba desde los 11 metros y transformaba la pena máxima, que había llegado por un despiste de la zaga. La embestida final de los de La Noguera no sirvió para igualar el partido y Pujol aprovechó en el último minuto para sentenciar con el 2-0 definitivo, castigando a un Balaguer mermado de esperanza.
“Estamos en una situación complicada” El técnico del Balaguer reconocía la situación complicada por la que atraviesa el equipo “Sabemos que estamos en una situación difícil, los jugadores están tocados por cómo hemos perdido hoy, pero solo nos queda trabajar para revertir la situación”. Belló manifestó que lo más justo habría sido el reparto de puntos y condenó los errores atrás: “En el segundo tiempo el Vilanova ha sido superior pero no han tenido ocasiones claras de gol. Era un partido de 0-0, pero un despiste defensivo al final del partido ha permitido al rival ponerse por delante”. El planteamiento del entrenador dio esperanza al Balaguer, que se esfumarían en el 89 con el 0-2, tras el asedio final.