Andreu Subies, del Benavent a la élite

Andreu Subies (Benavent de Segrià, 1970) era, al menos hasta ahora, una de aquellas personas que parece tocada por la providencia. Un gol suyo de falta en el último minuto del partido de vuelta de la promoción de ascenso ante el Bellcairenc, a principios de los 2000, sirvió para que el Benavent ascendiera a Primera Regional. Subies compaginó durante algunos años el cargo de presidente, al que accedió en 1999, con el de jugador de la plantilla. En su primer año, el equipo malvivía en Tercera Regional y desde entonces el club experimentó una trayectoria meteórica que le llevó en diez años hasta la Tercera división del fútbol español. Cinco ascensos. Toda una hazaña para una población que apenas llegaba a los 1.500 habitantes.

Igual de meteórica que con el Benavent ha sido su trayectoria como dirigente futbolístico. Dedicado en sus inicios profesionales a negocios inmobiliarios, llegó a la delegación territorial en 2005, primero como responsable de área y al poco tiempo ya como delegado. En 2008 era vicepresidente de la Catalana y en 2011, presidente.

Dirigió la Catalana hasta julio de 2018 donde consiguió, entre otras cosas, sanear la abultada deuda federativa y modernizar sus estructuras y sus trámites administrativos con el uso de las nuevas tecnologías. Creó el carnet del federado y una mutualidad federativa propia, consiguiendo respaldos casi unánimes en las asambleas. Descentralizó la Catalana y prestó mayor atención a las territoriales, especialmente a Lleida, su tierra, donde ha contado siempre con un gran respaldo de los clubes. Durante su gestión construyó dos campos federativos en Torrefarrera.

En noviembre de 2016 se convirtió en el primer presidente profesional de la historia de la Federación Catalana. Fue el tema estrella de una Asamblea General Extraordinaria que discurrió como una balsa de aceite en las dos horas que duró el acto. Subies percibía por su labor un sueldo de 120.000 euros anuales hasta 2020, cuando concluía su mandato. Hasta 2017 fue miembro de la junta directiva de la Española con Villar, del que se distanció cuando fue detenido por el ‘caso Soule’. Se alineó con Luis Rubiales y fue clave en la victoria de este en las elecciones de mayo pasado.

En los primeros años federativos, compaginó su cargo con la presidencia del Benavent hasta que en 2010 puso punto final a su etapa en el club. No hubo relevo y la plaza del Benavent pasó al Ascó, tras un intento fallido en 2011 de trasladar la plaza a la capital del Segrià y continuar desde Tercera y sin deudas la estela que dejaba la extinta UE Lleida.