El sueño de la Premier

El portero Jordi Valero, de Arbeca, ha cumplido uno de sus sueños futbolísticos, ya que con solo 17 años ha entrado a formar parte de la academia de uno de los clubes más antiguos de Inglaterra, el AFC Bournemouth. El primer equipo juega en la Premier League por cuarta temporada consecutiva, mientras que el leridano milita en el sub-18, tras formarse en varios equipos leridanos y el Nàstic de Tarragona, desde donde dio el salto a las islas. “Es un club humilde, con los pies en el suelo, pero les gusta mucho trabajar y practicar el fútbol de toque. Las instalaciones son brutales, con tres campos de entrenamiento, material nuevo y balones de la Premier”, señala Jordi, que además del fútbol también practica su inglés aprovechando su estancia en la ciudad del condado de Dorset, al sur de Inglaterra.

“Es obvio que me gustaría jugar aquí muchos años, pero será el tiempo quien lo diga. Yo solo quiero jugar a fútbol, que es lo que me hace feliz y seguir entrenando como si fuera mi última vez en el campo. Ahora mismo estoy viviendo un sueño, aunque el mayor sería poder vivir de este deporte”, añade Jordi, cuyo referente es David de Gea, portero del Manchester United.

El ahora portero del Manchester United es su referente desde que jugaba en el Atlético de Madrid

Valero comenzó a jugar en el Arbeca, después pasó por el Garrigues y el Mollerussa, para fichar posteriormente por el Lleida, donde estuvo hasta su primer año de cadete. Después de probar por el Espanyol y el Málaga, fichó por el Nàstic, donde vivió “una de las mejores etapas. Les tengo mucho cariño a todos y tuve la oportunidad de disfrutar del fútbol profesional, entrenando varias veces con el equipo de Segunda A”.

“Todo esto no hubier sido posible sin el apoyo de toda mi gente, comenzando por mi familia, que ha tenido que esforzarse mucho durante estos años. También a Ramon Bayona, ahora en el Atlètic Segre, y a su padre por los viajes a Tarragona para entrenar. Pero sobre todo a mi padre Sergi, que me ayuda a crecer tanto dentro como fuera del campo”. El padre de Jordi, Sergi, fue futbolista del Mollerussa, con el que consiguió el ascenso a Segunda A en 1988.