El Llista suma un buen punto

El Lleida Llista sumó ayer un buen punto (3-3) ante el Reus, un equipo que se mantiene invicto en la Liga y que estuvo cerca de dejarse la imbatibilidad en el Onze de Setembre. Llista y Reus ofrecieron un gran espectáculo, un partido vibrante que pudo llevarse cualquiera de los dos rivales. El equipo de Albert Folguera hizo méritos para obtener la victoria, de la que le privó la falta de puntería en ocasiones clave –estrelló cuatro bolas en los postes– y una discutible actuación arbitral, que cargó con faltas absurdas a los leridanos y no sancionó un claro penalti sobre César Candanedo. Pero aún mereciendo la victoria, el Llista pudo perder cuando, a falta de dos segundos, Lluís Tomàs detuvo una falta directa a Àlex Rodríguez.

El Llista volvió a demostrar que es capaz de plantar cara a cualquiera. Si el martes perdió 5-4 en la pista del Caldes, tercer clasificado, en otro partido en el que como mínimo se merecía el empate, ayer tuvo contra las cuerdas al todopoderoso Reus, que tuvo que emplearse a fondo para no sufrir en Lleida su primera derrota de la temporada.

El Llista sabía a lo que se enfrentaba y salió lanzado desde el primer minuto. Joan Cañellas tuvo la primera oportunidad a los dos minutos, con un gran lanzamiento, al que respondió Romà Bancells con otro remate que detuvo de forma espectacular Lluís Tomàs. El ritmo del partido era altísimo y las transiciones muy rápidas.

Y en una de ellas, Roberto Di Benedetto encaró a Ballart y le batió con un gran remate para poner el 1-0 a los 4 minutos. El gol dio alas a los de Albert Folguera, que dos minutos más tarde ya habían vuelto a superar al portero del Reus. En esta ocasión con una rápida contra de Andreu Tomàs, que puso el 2-0 en el minuto 6, lo que obligó al técnico visitante, Jordi Garcia, a parar el partido.

El Llista era un vendaval al que los reusenses no podían contener. Tiago Miguel vio la tarjeta azul por una dura entrada y el lanzamiento de la correspondiente falta directa lo aprovechó el argentino Maxi Oruste para poner el 3-0, cuando tan solo habían transcurrido 12 minutos de partido. Además, entre Xixi Creus y Joan Cañellas, estrellaron tres bolas en el poste, que podían haber dejado el partido finiquitado.

El Reus necesitaba aire para volver a meterse en el partido y se lo dio Joan Salvat con el 3-1 anotado en el minuto 21. Con este resultado se llegó al descanso.

Era previsible que la segunda parte iba a ser de sufrimiento para el Llista. Nada más empezar este periodo Bruno Di Benedetto tuvo una gran ocasión, pero no acertó a marcar y, en la jugada siguiente sí que lo hizo Àlex Rodríguez para poner el 3-2 en el minuto 27. Del posible 4-1 se pasó al 3-2 y con un Reus crecido.

Aunque el cansancio empezaba a pasar factura, el partido seguía siendo de ida y vuelta, con rápidas llegadas a una y otra portería. La suerte también le era esquiva a los leridanos, como demostró un nuevo lanzamiento al poste, en esta ocasión de Bruno Di Benedetto en el minuto 31. El Llista había perdonado demasiado.

Tampoco ayudó que el arbitraje fuera tirando a tolerante en las acciones del Reus y muy puntilloso con las del Llista. Así, tras un resbalón de César Candanedo, que al caer al suelo derribó a un rival, le costó la tarjeta azul. Y todo un especialista como Marc Julià no falló para poner el 3-3. Era el minuto 37 y con poco más de 12 minutos por delante, podía pasar de todo.

El Llista, que a veces peca de excesivamente atrevido, buscaba la victoria. Candanedo pudo marcar en el 41, antes de ser objeto de un penalti que los árbitros no señalaron. Sí pitaron la décima falta contra el Llista a falta de 2 segundos y Lluís Tomàs evitó la derrota al desviar el tiro de Àlex Rodríguez. Al final, un buen punto.