Maternidad sin agravios

El periodo de maternidad dejará de ser un problema para las deportistas. La página de derecho especializado Iusport se hizo eco el lunes de una resolución que puede marcar un antes y después en la figura de la deportista de élite que decida ser madre. Todo surge desde la solicitud de la atleta olímpica Isabel Macías, que perdió la ayuda económica que recibía como deportista de alto nivel por ser madre. Macías presentó recurso para conseguir la modificación del apartado cuarto de la convocatoria de ayudas del CSD, ya que no pudo optar en su día a la concesión de ayudas a mujeres deportistas con licencia federativa en vigor que hubiesen sido madres en 2017. La atleta zaragozana explicó cómo al haber perdido su condición de deportista de alto nivel solo unas semanas antes, le dejaba legalmente sin la opción de percibir una ayuda, cuyos requisitos cumplía cuando dio a luz y cuya finalidad principal es el retomar el alto rendimiento después de la maternidad.

Ante esta reclamación, el pasado 30 de octubre, el Consejo Superior de Deportes (CSD) dictó una resolución, avalada por su presidenta y exesquiadora olímpica María José Rienda, que equipara la situación de embarazo, parto y maternidad, a la de baja médica.

Deportistas leridanas consultadas ven “un avance”, pero consideran el trato todavía insuficiente

Deportistas leridanas acogieron son satisfacción esta resolución. Así, la jugadora rumana de la Associació Lleidatana d’Handbol, Irina Pop, cuya foto amamantando a su hijo durante el descanso de un partido se hizo viral en septiembre pasado, señaló que “esta resolución es un avance y todo lo que sea avanzar es positivo, pero no es suficiente. Abro otro debate. Yo tengo contrato con el club, pero este no puede cotizar por mí como si fuera un trabajo”.

Georgina Bahí, capitana del Cadí La Seu, señala que “hasta ahora la gente tiene que estar un año sin jugar, sin cobrar y sin contrato. En nuestro deporte, el baloncesto, ni te planteas la maternidad hasta que no te retiras”. La atleta Mireia Sosa, que ha entrado en algunas carreras de la mano o llevando en brazos a su hija Blau, opina “que ya era hora una resolución así. Los deportistas de alto nivel viven de ayudas y becas”.

Anna Fillat, coordinadora de actividad física de Aspros y profesora asociada de la UdL que llegó a practicar hasta diez disciplinas, pone el dedo en la llaga: “Aquí de lo que se trata es que una mujer pueda seguir en la élite tras ser madre y que pueda elegir cuando quiere serlo”.