Reacción tardía

El Força Lleida encadenó ayer por primera vez en lo que va de temporada dos derrotas, después de perder en la pista de un necesitado TAU Castelló (70-66) un partido que comenzó mal, logró enderezar a base de pelea y hasta llegó a mandar por nueve puntos, pero que tiró por la borda con otra grave desconexión en el tercer asalto que ya hizo inútil la reacción final.

Jorge Serna no hizo demasiados cambios de inicio y se mantuvo fiel a su quinteto base, con la única novedad de Feliu, haciendo pareja exterior con Quintela, repitiendo Fall y Stutz en la zona interior y Turner intocable en la dirección (el único de la plantilla que ha jugado de inicio los doce partidos). El arranque no fue tan malo como frente al Oviedo, pero tampoco fue bueno. De hecho, los dos equipos rivalizaron en errores en los instantes iniciales. Los leridanos lanzando muy forzados en las acciones de ataque y los castellonenses errando canastas muy fáciles, en especial Djukanovic, que falló dos bandejas.

La reacción, que ya se ha convertido en tradición en todos los partidos, aunque ayer tampoco fue completa

Los nefastos comienzos de cuarto, ayer el primero y el tercero, que acabaron de condenarle a la derrota

Pero coincidiendo con un triple de Stutz, que daba una renta de tres puntos (4-7), el equipo se desfondó y volvió a las andadas, encajando un parcial de 12-0 (16-7) que ni el tiempo muerto de Serna ni los cambios (entraron de golpe Chapela, Mbaye y Kyei) parecían frenar. Fue la entrada de Sierra la que provocó la reacción con su gen guerrero. Un par de rebotes ofensivos del madrileño dieron oxígeno a un equipo que cambió radicalmente su actitud. Pasó a pelear en el ‘barro’, como simbólicamente había reclamado Serna en la previa, y empezó otro partido. La defensa leridana ahogó por completo a los castellonenses, que agotaron un par de posesiones, y en ataque fueron una apisonadora, especialmente Chapela, que con dos triples consecutivos dio aire a los suyos.

Los leridanos le devolvieron el parcial de 0-12 para llegar al final del primer cuarto con tres puntos arriba (16-19), gracias a dos tiros libres del base gallego por una antideportiva de Faner. Pero ahí no acabó el festival de los de negro, que a la vuelta de los vestuarios ampliaron aún más el parcial hasta un global de 0-18, con dos canastas de fuerza de Kyei y una penetración de Stutz, que elevaban la ventaja hasta una máxima de nueve puntos (16-25, m.14). A partir de ahí el partido se calmó y el Castelló reaccionó gracias a los puntos de Djukanovic, algo más entonado, y la diferencia llegó a situarse en torno a los siete puntos, reducida a cuatro al descanso (30-34).

En dos cuartos, el Força Lleida había mostrado sus dos caras. La del equipo permisivo y flojo de los arranques de partido, y el guerrero y pelón que le ha llevado a liderar tantas jornadas la Liga. Faltaba por ver cuál de ellos iba a regresar de los vestuarios, y por desgracia fue el malo. Volvió a salir sin energía y el Castelló le castigó de lo lindo. Gatell comenzó a hacer estragos en la zona (cuatro puntos y un soberano tapón a Kyei cuando iba a machacar el aro) y Sabonis despertó para ametrallar desde el perímetro. Todo ello se tradujo en otro parcial de salida de 12-0 y el mando volvía a manos castellonenses (42-34).

Algo más de cuatro minutos tardó el Força Lleida en anotar su primera canasta en este segundo tiempo, curiosamente de un desesperante Turner sobre la bocina de final de posesión. Le siguió un triple de Quintela, pero Lucas se lo devolvió y con una canasta de Sabonis la diferencia ya era de 11 puntos (50-39). Dos triples consecutivos de Chapela, de largo el mejor de los de negro en ataque, volvió a dar algo de aire a un Lleida que, al menos, llegó vivo al último asalto (54-47).

No comenzaron nada bien las cosas para los leridanos, que pronto volverían a perder por 10 puntos. El Lleida estaba al borde del KO. Sin tiro exterior, Serna optó por el ‘Turner sistema’. El estadounidense, que hasta entonces estaba muy por debajo de sus prestaciones, cogió la responsabilidad y sus puntos, todos en jugadas personales, permitieron al Força Lleida llega hasta los últimos segundos con opciones de ganar, pero por segundo partido consecutivo le salió cruz y encadenó, por primera vez esta temporada, dos derrotas.