“Dani, nunca te olvidaremos”

Amigos y exfutbolistas que compartieron diferentes vestuarios con Dani Rodrigo, se reunieron ayer en el municipal de Magraners para rendir un emotivo homenaje a un hombre apasionado por el fútbol y que hizo historia con el AEM infantil femenino, que ganó una Liga ante rivales masculinos. Era un partido que ninguno de ellos hubiera querido jugar nunca, pero Dani Rodrigo, que falleció el pasado mes de agosto a los 47 años, se merecía que se le recordara haciendo lo que a él más le gustaba, jugando al fútbol.

Sobre el campo dos equipos formados por amigos y exjugadores. El blanco, con futbolistas que estuvieron con él en el Magraners y el Balàfia. En el amarillo, los que jugaron con Dani en el Benavent y amigos. Muchos amigos. Porque Dani era una persona a la que se quería nada más conocerle. Por él, ayer descolgaron las botas Mariani, Gibanel, Jofre Mateu, Juanjo Tenorio, Txema, Goyo, Miguel Gómez, Dani Redondo... Muchos... En la banda estaban Miguel Rubio, Chús Hernández, Sánchez Jara, Vidal Agné... Muchos... También jugó su hija Abril, que marcó un gol y sus sobrinos Quim y Aron. También éste marcó. Ganó el equipo blanco por 2-1, pero eso ayer, daba igual.

Luis Díaz, presidente del Magraners y amigo de Dani, fue el organizador del acto. Le escribió un texto, pero la emoción le impidió leerlo. “Dani, nunca te olvidaremos. Estamos aquí tu familia, tus amigos, haciendo lo que más te gustaba. Te echo muchos de menos”.

Los equipos jugaron con una camiseta en la que la parte delantera llevaba una imagen de Dani y por detrás, su dorsal, el 9 y su nombre. Se entregó una de ellas a la madre de Dani, Teresa Lo; a sus hermanos David y Tatú; a su esposa, Mar Cortés y las esposas de sus hermanos, Montse Simó y Gladys Gutiérrez. Teresa y Mar recibieron además sendos ramos de flores y una fotografía enmarcada mientras que, Jordi Terés, vicepresidente y responsable de la Federación Catalana de Fútbol en Lleida, entregó a Mar el diploma de entrenador avanzado, titulación que estaba cursando Dani.

La concejala de Cultura, Montse Parra, señaló que “Dani representaba los valores del deporte” y destacó que “mientras la gente está en nuestros corazones, no muere nunca” y antes de empezar el partido el árbitro, Juan José Ruíz, marcó un minuto de silencio, durante el que sonó una suave versión instrumental de “My Way”.

Viendo a tantos amigos emocionados, Díaz y Parra tienen razón: Dani Rodrigo estará para siempre en nuestros corazones.