Pegada de líder

Al Lleida le bastó con veinte minutos primorosos, dentro de un primer tiempo excepcional, para deshacerse con una facilidad pasmosa de un desbordado Conquense (3-0) y confirmar que su liderato es sólido y en absoluto producto de la casualidad, sino de un impresionante momento de forma, que hace que el equipo solvente sus partidos con suma eficacia.

Los de Albadalejo salieron a por todas desde el pitido inicial y ya en el primer minuto pudieron inaugurar el marcador con un cabezazo de Juanto Ortuño, que el portero visitante despejó a córner como pudo. Reaccionó el conjunto castellano-manchego con un remate de su “pichichi”, Jairo Cárcaba, en la única ocasión en que se hizo notar, pero que no sorprendió a Pau Torres. Y luego, al minuto siguiente, llegó el 1-0, obra de Pedro Martín, que sigue en racha goleadora. El Lleida estaba lanzado y rápidamente llegó el 2-0. Pedro Martín se inventó un buen remate que repelió el portero visitante y Cano, atento, mando el balón por arriba al fondo de la red. Un minuto después (9’) se plantó solo ante Raúl Marqueta, pero el meta del Conquense salvó el mano a mano que hubiese supuesto el 3-0. Los de Albadalejo rozaban la excelencia con unos inconmensurables Calavera y Albístegui, que no solamente recogían todos los balones en el centro del campo, también los distribuían con criterio. Así llegó el 3-0 pasado el minuto 20. Juanto Ortuño se inventó un buen remate que repelió en corto Marqueta, para que el leridano recuperara de nuevo el balón y le batiera por bajo.

El Conquense no reaccionó hasta pasada la media hora con un tiro de Lozano (34’), al que respondió bien Pau Torres. En cambio, los azules aún disfrutaron de dos nuevas ocasiones. Una de Juanto Ortuño (26’) que salió desviada y otra de Cano (35’) que obligó a lucirse al meta del Conquense para evitar un nuevo gol.

La segunda mitad fue otra cosa. Nada más comenzar, César Soriano y el visitante Adhibe chocaron de cabeza cayendo conmocionados al suelo. Trás tres minutos con el partido parado, reaparecieron con sendos aparatosos vendajes en la cabeza, pero el leridano no pudo continuar. Y por si fuera poco, Pedro Martín, que ya tuvo que ser asistido en la banda poco antes del descanso, tenía que pedir el cambio. Con las lesiones y el 3-0 en el marcador, el Lleida se fue del partido y se dedicó a que pasasen los minutos, hasta el punto de que en toda la segunda mitad no efectuó ni un solo remate contra la portería contraria. Y además tuvo también la suerte del campeón. Adhibe (59’) estrelló un balón en la madera y Tano (75’) al intentar un despeje, otro, con Pau Torres ya superado en ambas ocasiones y luciéndose también en otros dos remates de Adhibe (60’) y Fran Simón (83’).