Deporte contra esclerosis

Imma Ojer, una joven de Gimenells, tuvo que esperar más de tres años para volver a correr 200 metros que le parecieron eternos. El reto que se marcó fue conseguirlo en tan solo 30 días y poco después subió montañas tras 5 meses recuperándose del golpe anímico que recibió cuando el 5 de febrero de 2017, con 30 años, le diagnosticaron esclerosis múltiple. “Me lo dijo mi hermana, que es anestesista y fue quien me convenció para hacer las pruebas médicas. Llevaba tres años soportando una mochila de una tonelada sobre mi cuerpo, no podía ni caminar y perdía fuerza, hasta que noté un chasquido en la columna vertebral. Yo, que me creía una superwoman del deporte (corría 10 km tres veces por semana, competía en press en banca y practicaba natación y fútbol), me lo tomé de entrada como si fuera una gripe, pero después tuve mi proceso de duelo”, explica. Asegura que no derramó ni una sola lágrima. “Buscaba respuestas a lo que me estaba pasando y encontrarlas fue, en cierto modo, un alivio”, confiesa. Y lo que acabó por motivarla y servirle de inspiración fue la película “100 metros”, basada en una historia real de superación de un hombre, Ramón Arroyo, que tras diagnosticarle también una esclerosis múltiple decidió plantarle cara a la vida participando en la prueba deportiva más dura del planeta, un Ironman.

“Casi dos años después de que me diagnosticaran la enfermedad me encuentro igual que antes físicamente, quizás con algo menos de fuerza, pero mi vida ha dado un vuelco para bien. He hecho cosas que no hubiera hecho si no tuviera la enfermedad”, asegura mientras señala el tatuaje que lleva en la cadera donde se lee la fecha del diagnóstico. Tuvo que dejar su empleo de administrativa, pero no el deporte. Practica natación cada semana y se ha apuntado al primer equipo de baloncesto en silla de ruedas creado en Lleida de la mano del CB Pardinyes. “En el agua no pesas, ni sientes síntomas. Nadando te sientes como cualquier otra persona. Desgraciadamente hasta que no te pasa algo así no sabes lo que vales ni hasta donde puedes llegar”, dice con una sonrisa.