DEPORTES
Dura
El Balaguer cayó derrotado ayer en el campo del hasta ayer colista, el Cambrils, (4-2) por culpa de un error en una de las primeras jugadas del partido y la falta de concentración en los tramos decisivos del encuentro. Con esta derrota el conjunto de Jordi Belló sigue sin levantar cabeza y suma un punto de los últimos 15 disputados y cinco de los últimos 33.
La primera parte fue de dominio del equipo tarraconense. Jorge Granado avanzó al Cambrils en el minuto 13 aprovechando un despiste defensivo de los leridanos. A partir de entonces, el conjunto de la capital de la Noguera tomó el mando del juego a través de la posesión del balón, aunque no acababa de inquietar la portería rival. Pasaban los minutos sin que pasase nada, aunque a falta de siete para llegar al descanso llegó el gol visitante de Obed Nii para empatar un partido que no había empezado de la mejor manera para los leridanos. Tras el gol, y a pesar del esfuerzo que había supuesto, llegó la desconexión y el Balaguer encajó otro gol justo antes de llegar al descanso, obra de Joan Avante con una espectacular vaselina desde lejos.
Se llegó al descanso con el 2-1 a favor de un Cambrils Unió que parecía tener el control del partido. Tras la reanudación, llegó rápidamente el tercer gol para los tarraconenses. El Balaguer, sin embargo, no se dejó hundir por el 3-1 y siguió conectado en el partido y recuperó el control del cuero para volver a generar ocasiones. En el minuto 65, Xavier Gabernet dio emoción a la última media hora de partido con el 3-2. Los últimos compases fueron de dominio para los de la Noguera, aunque la superioridad no se acababa transformando en ocasiones muy claras por culpa de la mala puntería y el acierto del meta del Cambrils. Todo esto hizo que se llegara al tiempo añadido con el resultado de 3-2 favorable a los locales. Justo entonces llegó el cuarto gol de un Cambrils que sentenciaba lo que fue un encuentro con muchas intervenciones y protestas y que finalizó con 14 tarjetas amarillas y una roja para Eric Trota después del pitido final.