DEPORTES
Liderato sólido
El Barcelona despidió 2018 como líder de la Liga después de batir al Celta en el Camp Nou (2-0), en un encuentro que resolvieron los azulgranas durante un gran primera mitad, para luego aburrir con un juego anodino en la segunda. El equipo azulgrana encadena cuatro victorias en el campeonato, en las que no ha encajado ningún gol –una de las asignaturas que tenían pendientes los de Ernesto Valverde– y ha anotado 13 dianas. Marcó el Barça en la primera que tuvo. Como tantas y tantas veces, la fabricaron Leo Messi y Jordi Alba. Una combinación que acabó con un disparo seco del delantero argentino, rechace de Rubén y remate a gol de Dembélé. Faltas de indisciplina al margen, el francés está dando un gran rendimiento a su equipo en las últimas semanas. Suma diez tantos entre todas las competiciones y le ha ganado el pulso a Coutinho en el once de Valverde.
Con Leo Messi al mando de las operaciones, Alba abriendo el campo por la izquierda y Dembélé campando a sus anchas por el césped del Camp Nou, los azulgranas disfrutaron de un plácida primera mitad ante un Celta del que se esperaba mucho más. Los locales pudieron hacer el segundo en una contra. Dembélé chocó con Rubén al intentar llegar a un balón al espacio, Jordi Alba aprovechó la salida del meta del Celta para rematar a gol y Araujo la sacó con el pecho bajo los palos. Los vigueses tendrían su única ocasión en este primer acto poco después de esta oportunidad azulgrana. Un disparo colocado de Maxi Gómez que obligó a estirarse a Ter Stegen a los 25 minutos. Luis Suárez dio la réplica con un tiro desviado tras un buena acción dentro del área.
El Celta, plagado de buenas intenciones, intentaba fabricar algo de fútbol en cuanto robaba el balón, pero le faltaba puntería y precisión en los metros finales, ante la desesperación de Iago Aspas, otro de los desaparecidos, al que le costaba recibir un balón en condiciones para hacer daño a la defensa azulgrana. Al equipo que dirige Cardoso le costaba correr hacia atrás y replegarse cada vez que perdía el balón y el Barça lo aprovechó. De nuevo en transición, en el momento justo antes de llegar al descanso, en otra conexión entre Jordi Alba y Messi que el delantero argentino finiquitaría definiendo con la zurda su mano a mano con el Rubén. Para colmo de males visitantes, Iago Aspas, la estrella del conjunto vigués, se retiró lesionado al inicio de la segunda parte. Aun así, el Celta siguió intentando disputarle el balón al Barcelona, aunque sin ideas para sorprender a Ter Stegen.
El equipo que dirige Ernesto Valverde, que parece haberse acostumbrado a especular cuando tiene el marcador a favor, se sentía cada vez más cómodo cediendo terreno a su rival para sentenciarle a la contra. El Celta fue ganando presencia en el campo contrario, sin miedo a un tercer gol de los azulgranas. Méndez lo probó en un par de ocasiones. En la primera su disparo se marchó desviado y el segundo lo atajó Ter Stegen. También Beltrán, que entró por el lesionado Aspas, sumó otro remate, aunque este inocente, a las estadísticas del cuadro gallego. Ni con la entrada de Arthur por Arturo Vidal y de Coutinho por Dembéle logró el Barça recobrar el control del partido, aunque Luis Suárez tuvo la oportuniad más clara de toda la segunda parte para marcar el tercero para los locales. Una asistencia de Jordi Alba, pletórico una jornada más, dejaba solo al delantero uruguayo, que remataba cruzado rozando el palo izquierdo de la portería visitante. Semedo tuvo otra ocasión poco después, pero su se encontró con la mano de Rubén. En el tiempo añadido, Leo Messi gozó de su lanzamiento de falta habitual, aunque que esta vez el delantero azulgrana envío el balón por encima de la cruceta izquierda de la portería viguesa.
El Barcelona al final no aumentó la cuenta y el Celta no logró un gol del honor que hubiera sido merecido después de lo visto durante la segunda mitad. Los azulgranas despiden ayer 2018 como 2017: siendo el mejor equipo de Primera.