Punto sin liderato

El Lleida, confirmando que los partidos después del parón navideño son ciertamente complicados, no pudo pasar del empate (0-0) en El Clariano, ante un Ontinyent necesitado de puntos y que, pese a mostrar sus carencias –que son muchas–, tuvo bastante con su entusiasmo para frenar a un Lleida que dio la sensación de no encontrarse a gusto en el partido y que, además, cedió el liderato en favor del Villarreal B, su próximo rival. Así, pese a haber acabado el 2018 en lo más alto de la clasificación, los leridanos no ostentarán el honor de ser Campeones de Invierno.

Albadalejo movió al equipo y dejó en el banquillo a Tano, que sigue su tira y afloja en su deseo de irse al Nàstic en esta ventana de invierno, y Calavera, alegando que no estaban en condiciones de jugar y dio la titularidad a César Soriano y a Xemi, que jugó por primera vez en el once inicial. En cambio mantuvo bajo balos a Pau Torres, pese a no estar totalmente recuperado de sus molestias en su pierna derecha –de hecho solo jugo con la izquierda para sacar en largo y usó la mano para hacerlo en corto–, lo que demuestra el peso específico del portero en este equipo.

Precisamente, Pau Torres fue protagonista en la jugada clave del partido. Una mala salida suya (7’) acabó en penalti al derribar a David Torres. Sin embargo, el meta de Capellades enmendó su error y detuvo el lanzamiento al delantero valenciano. Pau Torres aún volvería a mostrarse providencial metiendo una mano milagrosa (46’) a un durísimo lanzamiento de Clausí que acabó en córner. El Ontinyent ya no dispuso de otra ocasión clara hasta la recta final, en la que Fran Machado (78’), con todo a su favor, envió alto el balón a puerta vacía.

El Lleida, que estuvo ciertamente espeso en ataque y con muy pocas ideas, tanto colectiva como individualmente, solo gozó de una clara ocasión. La disfrutó Pedro Martín (70’) que, pese a a intentarlo en diversas ocasiones, esta vez sí que pudo superar al leridano Craviotto, pero cuando el balón llegaba a la red fue despejado bajo palos por Enrique. Martín también conseguiría marcar poco después, pero el árbitro invalidó su acción por fuera de juego. De hecho, nadie protestó.

El resto del partido fue realmente de baja calidad, con muchas imprecisiones, malas entregas y un continuo ir y venir de balón, más por arriba que por abajo, sin demasiado criterio. Eso sí, el conjunto local le puso más voluntad y entusiasmo y tuvo más el balón en el campo del Lleida que en el suyo, pero tampoco acertó en ninguna jugada ofensiva clara. El Lleida, ni eso.

Ahora, a los de Gerard Albadalejo les espera una verdadera prueba de fuego para iniciar la segunda vuelta en el campo del Villarreal B, el nuevo líder (sábado, 17.00 horas).