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El Força Lleida planta cara en la pista del líder Betis, pero encaja su cuarta derrota seguida || Primera mitad para enmarcar, que dio paso a un segundo capítulo para olvidar
El Força Lleida plantó cara ayer al líder de la LEB Oro, un Betis que lo pasó mal durante la primera mitad, pero que terminó por imponer su calidad individual (77-68). Para los de Jorge Serna fue la cuarta derrota consecutiva, que les aleja un poco más de la zona noble, aunque el equipo firmó una primera mitad muy digna, en la que puso contra las cuerdas a un rival lleno de estrellas.
Frío inicio de partido, tanto como el ambiente de un San Pablo que ha pasado mejores momentos en el mundo del baloncesto. Ambos equipos se mantuvieron sin anotar hasta que Djuran, con un triple, desatascó el marcador. Otro lanzamiento exterior del serbio puso el 2-8 y el Betis comenzó a carburar. Serna movió banquillo y dio entrada a Chapela, que le dio un mayor ritmo de circulación al balón y el Força Lleida volvió a correr. Otro triple de Djuran, el tercero, puso el 10-17 y una bandeja de Quintela acabó con la paciencia de Curro Segura. Pero los de naranja iban como una moto. Cuarto triple de Djuran y otro de Feliu para completar un parcial de 0-11 y situarse 15 puntos arriba (10-25), diferencia que se mantuvo hasta el final del primer cuarto. Toda una declaración de intenciones.
El Força Lleida llegó a pasar por encima del líder durante una primera mitad a la que no dio continuidad
Triple de Malmanis para abrir el segundo cuarto, que recibió una rápida respuesta con la primera canasta de Steel y un nuevo lanzamiento exterior de Stutz, que supuso la máxima de 17 puntos (15-32). El Betis se vio contra las cuerdas y supo reaccionar, especialmente de la mano de un Almazán incombustible, lo que provocó que Serna pidiera su primer tiempo muerto a falta de 5:45 para el descanso y con 22-34 en el marcador. La reacción bética era lo que más temía el técnico leridano. Siguió apretando el conjunto andaluz, de nuevo con Almazán, y llegó a situarse a diez puntos de desventaja. Los leridanos lo solucionaron de la mejor manera que sabían, moviendo el balón y buscando tiros exteriores liberados. Aparecieron otra vez Djuran y Stutz para situar a su equipo 14 puntos arriba (28-42). Parecía que el Força Lleida podría mantenerse por encima de esta barrera, aunque sufrió un golpe encajando el 34-44 de Stainbrook sobre la bocina. Aún así, los leridanos habían conseguido reaccionar después de una serie de malas actuaciones sobre el parquet y estaban sorprendiendo a todo un Betis.
Pero todo el trabajo de la primera mitad se fue abajo como un castillo de naipes en apenas dos minutos. Parcial de salida de 8-0 y tiempo de Serna con el 42-44. El Força Lleida se había quedado en el vestuario. No tardó nada el Betis en igualar el partido y si las cosas ya se estaban complicando, aún se pusieron peor. Stutz recibió un golpe tremendo en la cara que los árbitros ni consideraron y el estadounidense se tuvo que marchar sangrando. El conjunto bético aprovechó que el Força Lleida lo estaba pasando tremendamente mal para hacer aún más daño. Apareció Bropleh, su jugador más determinante, mientras que Serna tenía que recurrir a los vinculados Oliva y Lafuente. Después de una canasta de Dani Rodríguez, el Betis tomó una máxima diferencia de 7 puntos (53-46). Sorprendentemente, los de naranja sobrevivieron a sus peores momentos gracias a Oliva y Steel, que anotó su primer triple con la camiseta del Força Lleida. Cinco puntos de desventaja era lo que tenía el equipo de Serna al final del tercer cuarto (59-54), pero parecía que la losa pesaba como nunca y el Betis iba disparado hacia su decimocuarta victoria consecutiva en la LEB Oro.
Si faltaba por aparecer alguien en una plantilla repleta de estrellas, este era Lluís Costa, que tomó las riendas de su equipo y lo puso 10 puntos arriba a falta de 6:50 para el final (68-58). Serna pidió tiempo porque su equipo necesitaba respirar ante tanto golpe moral. Pero era muy complicado, al Força Lleida se le había agotado toda la gasolina y el Betis fue sumando y sumando por inercia, hasta terminar con la resistencia de un equipo que debe quedarse con la imagen de la primera mitad.